El Sabio del Bosque



. El chico se llamaba Tomás y había ido a caminar por el bosque sin decirle a sus padres. Ahora, se encontraba perdido en medio de la nada.

Tomás estaba temblando de miedo cuando escuchó un ruido extraño detrás de él. Se dio vuelta rápidamente, pero no vio nada. Entonces, decidió llamar a sus padres con su celular, pero no tenía señal. - ¡Ayuda! - gritó Tomás con todas sus fuerzas.

De repente, escuchó una voz que le respondió:- Tranquilo, pequeño. ¿Qué te pasa? Tomás se sorprendió al ver que era un anciano vestido con pieles y plumas. - Estoy perdido en el bosque y tengo miedo - dijo Tomás entre sollozos.

El anciano sonrió amablemente y le dijo:- No tengas miedo, yo te ayudaré a encontrar tu camino de regreso a casa. Así fue como comenzaron a caminar juntos por el bosque.

Durante el camino, el anciano le enseñaba cosas interesantes sobre la naturaleza y los animales del bosque. Poco después, mientras caminaban cerca de un arroyo, escucharon unos ladridos fuertes que provenían de la otra orilla del agua.

Cuando miraron hacia allí vieron que había un perro atrapado en una rama que sobresalía del agua. Tomás quería ayudarlo pero no sabía cómo hacerlo sin ponerse en peligro él mismo ni al perro.

Pero el anciano lo tranquilizó diciendo:- No te preocupes pequeño amigo; yo me encargo del perro mientras tú buscas ayuda. Tomás, asintió y corrió lo más rápido que pudo para buscar ayuda. Encontró a un grupo de guardabosques quienes inmediatamente acudieron al rescate del perro.

Cuando regresó con los guardabosques, encontraron al anciano junto al perro sano y salvo. Tomás se sintió muy contento de haber ayudado en el rescate del perro gracias a la valentía y sabiduría del anciano.

Finalmente, el anciano guió a Tomás hasta la salida del bosque donde sus padres lo esperaban angustiados. - ¡Gracias por ayudarme! - dijo Tomás abrazando al anciano. - No hay problema pequeño amigo - respondió el anciano sonriendo -. Recuerda siempre ser amable y valiente como lo fuiste hoy.

Y nunca te rindas cuando estés perdido o asustado; siempre habrá alguien que puede ayudarte si tienes fe en ti mismo y pides ayuda.

Y así fue como Tomás aprendió una gran lección sobre la importancia de la valentía, la amistad y pedir ayuda cuando se necesita.

FIN.

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