El sabor del amor de mamá
Luca era un niño curioso y con un apetito voraz. Lo que más disfrutaba en el mundo era la comida que su mamá preparaba con tanto amor y esmero.
Cada plato que ella cocinaba tenía un sabor especial, y Luca sabía que ese sabor era el amor de su mamá condensado en cada bocado.
Un día, mientras ayudaba a su mamá en la cocina, Luca le preguntó: — Mamá, ¿por qué tus comidas siempre saben tan deliciosas? Su mamá le sonrió con ternura y le dijo: — Porque cocino con amor, Luca. El amor es el ingrediente secreto que hace que todo sea más sabroso.
Luca aprendió una gran lección ese día: que el amor puede transformar hasta la comida más sencilla en algo extraordinario.
A partir de entonces, cada vez que comía algo que no le gustaba, pensaba en el amor que su mamá le ponía a sus platos y descubría que eso hacía que todo tuviera un sabor diferente. Con el paso del tiempo, Luca se convirtió en un cocinero talentoso, siempre recordando que el ingrediente principal en cada comida debía ser el amor.
Y así, compartiendo su arte culinario con otros, lograba hacerles sentir el mismo amor que su mamá le transmitía a él a través de la comida. La cocina se convirtió en su forma de expresar cariño, y el sabor del amor de mamá perduró en cada plato que Luca cocinaba.
FIN.