El Salón Mágico



Había una vez en la escuela "El Solcito", dos amigas llamadas Zayra y Dámaris.

Ambas eran estudiantes de sexto grado y estaban muy emocionadas porque se habían unido a un proyecto de limpieza para mejorar el aspecto de su querida escuela. Un día, mientras recorrían los pasillos buscando áreas que necesitaran atención, Zayra y Dámaris llegaron al salón de sexto grado. Para su sorpresa, encontraron montañas de basura acumulada por todas partes.

El salón estaba lleno de papeles arrugados, envoltorios de caramelos y hasta restos de comida. - ¡Ay, no! Esto es terrible -exclamó Dámaris con preocupación-. Nuestro salón parece un basurero gigante. Zayra asintió con tristeza.

Sabían que tenían que hacer algo al respecto, pero no sabían por dónde empezar. - ¿Qué podemos hacer para mejorar esto? -preguntó Zayra. Dámaris sonrió y dijo: -¡Organización! Esa es la clave para resolver cualquier problema.

Podemos dividirnos las tareas y trabajar juntas para dejar nuestro salón como nuevo. Zayra se entusiasmó con la idea. Juntas comenzaron a planificar cómo abordarían el desafío.

Decidieron formar equipos pequeños para realizar diferentes tareas: uno se encargaría de reagarrar los papeles del suelo, otro limpiaría las mesas y sillas, otro vaciaría las papeleras y así sucesivamente. Al día siguiente, todos los estudiantes se reunieron en el salón dispuestos a poner manos a la obra.

Zayra y Dámaris distribuyeron las tareas y cada equipo comenzó a trabajar con entusiasmo. Mientras limpiaban, descubrieron algo sorprendente. Debajo de toda la basura, encontraron viejos dibujos que habían hecho durante el año escolar. Había retratos coloridos, paisajes hermosos y hasta un mural lleno de mensajes positivos.

- ¡Miren esto! -exclamó Zayra emocionada-. Nuestro salón esconde verdaderas obras de arte. Los demás estudiantes se acercaron curiosos y admiraron los dibujos encontrados.

La tristeza por el estado del salón se convirtió en alegría al ver cómo poco a poco iba recuperando su belleza. Después de varias horas de arduo trabajo, el salón estaba reluciente. Las mesas brillaban, las sillas estaban ordenadas y todas las papeleras estaban vacías.

Zayra y Dámaris se pararon frente a sus compañeros y dijeron: -¡Lo logramos! Gracias al trabajo en equipo y nuestra organización, nuestro salón ahora luce impecable. Todos aplaudieron emocionados por lo que habían conseguido juntos.

El director de la escuela pasaba por allí justo en ese momento y quedó impresionado con el cambio del salón. - ¡Felicitaciones chicos! -dijo el director sonriendo-. Su trabajo en equipo demuestra lo mucho que pueden lograr cuando trabajan juntos por una causa común. Estoy muy orgulloso de todos ustedes.

Desde ese día, Zayra y Dámaris se convirtieron en líderes inspiradores para sus compañeros. Juntos, organizaron más proyectos de limpieza y embellecimiento en la escuela "El Solcito". Aprendieron que cuando se unen y trabajan juntos, pueden lograr grandes cosas.

Y así, con su esfuerzo y dedicación, Zayra y Dámaris demostraron que no importa cuán grande sea el desafío, siempre habrá una solución si trabajamos juntos.

FIN.

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