El Salto Mágico de Juanito



Había una vez un hombre llamado Juanito, que vivía en un pequeño pueblo rodeado de montañas. Todos los días, Juanito realizaba tareas comunes como barrer la vereda frente a su casa con su vieja escoba de madera.

Un día, mientras barría la vereda, se le ocurrió una idea emocionante: "¡Voy a saltar sobre mi escoba y pasarle por encima!", pensó Juanito con entusiasmo.

Estaba decidido a hacerlo para demostrarles a todos que era capaz de lograr cosas increíbles. Juanito comenzó a practicar cada día después de terminar sus tareas diarias. Saltaba sobre la escoba una y otra vez, pero siempre caía al suelo sin lograr pasarla por encima.

Esto no lo desanimó en absoluto; al contrario, cada vez se esforzaba más para alcanzar su objetivo. Un buen día, mientras continuaba practicando en el patio trasero de su casa, apareció su vecina Doña Rosa.

Ella era una señora mayor muy sabia y amable que siempre estaba dispuesta a ayudar. "Hola Juanito", saludó Doña Rosa con una sonrisa. "He visto cómo te esfuerzas tanto para saltar sobre esa escoba y pasarle por encima". "Sí, Doña Rosa", respondió Juanito emocionado. "Es mi gran sueño hacerlo".

Doña Rosa miró fijamente a Juanito antes de decir: "Juanito, quiero que sepas algo importante: no importa si logras o no saltar sobre esa escoba. Lo verdaderamente valioso es el esfuerzo y la perseverancia que estás demostrando".

Juanito quedó pensativo ante las palabras de Doña Rosa. Nunca había considerado que el proceso en sí mismo fuera lo más importante.

Pero ahora, entendía que no se trataba solo de saltar sobre la escoba, sino del viaje y aprendizaje que implicaba. "Tienes razón, Doña Rosa", dijo Juanito con determinación. "Voy a seguir practicando y disfrutando cada paso del camino". Desde ese día, Juanito continuó esforzándose y practicando sin importar cuántas veces cayera al suelo.

A medida que avanzaba, descubrió nuevas técnicas para mejorar su salto y mantener el equilibrio. Un año después, llegó el momento esperado: Juanito estaba listo para intentar saltar sobre la escoba una vez más frente a todo el pueblo.

Los vecinos se reunieron en la plaza principal para presenciar este gran evento. Con un corazón lleno de emoción y confianza, Juanito dio un salto alto sobre la escoba y logró pasarle por encima sin caerse.

El pueblo estalló en aplausos y vítores mientras él sonreía orgulloso. Pero lo más importante fue lo que sucedió después del salto: los vecinos se acercaron a felicitar a Juanito no solo por haberlo logrado, sino también por su valentía, perseverancia y espíritu inspirador.

A partir de ese día, todos los niños del pueblo comenzaron a imitar a Juanito saltando sobre sus propias escobas. Se dieron cuenta de que cualquier sueño puede hacerse realidad si te esfuerzas con pasión y nunca te rindes.

Y así termina nuestra historia, con Juanito enseñándonos que lo valioso no es solo alcanzar nuestras metas, sino también disfrutar del camino y compartir nuestra inspiración con los demás.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!