El salto mágico de Paris



Juli, Belén, Sabi y Mica estaban emocionadas porque iban a ver la competencia de salto en largo en París. Cuando llegaron, se sorprendieron al enterarse de que Emiliano Lasa, el famoso saltador, estaba allí también.

Mientras se preparaba para su gran salto, encendieron una llama para darle suerte. Cuando Emiliano se acercó a la línea de salto, miró la llama y les sonrió a las chicas. "¡Voy a dar lo mejor de mí!" les dijo. Todos estaban expectantes.

Emiliano tomó impulso y dio un salto increíble, alcanzando la asombrosa distancia de 500 cm. Las chicas estaban eufóricas. Después de la competencia, Emiliano se acercó a ellas para agradecerles por haber encendido la llama.

Les contó que verla le había dado un impulso extra y que estaba muy agradecido. Les explicó que a veces, un pequeño gesto de apoyo puede marcar la diferencia en el rendimiento de una persona.

Las chicas se sintieron inspiradas por las palabras de Emiliano y comprendieron la importancia de brindar apoyo a los demás. A partir de ese día, llevaron consigo la lección de que un pequeño gesto puede impulsar a otros a lograr grandes cosas.

FIN.

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