El saludo mágico de Enmanuel




En un tranquilo barrio de Buenos Aires vivía Enmanuel, un niño de siete años lleno de curiosidad y energía. A Enmanuel le encantaba jugar en el parque con sus amigos, pero siempre olvidaba saludar a las personas cuando llegaba al parque.

Un día, su abuelita Marta le dijo: “Enmanuel, el saludo es muy importante. Te abre puertas y te hace amigos. Debes aprender a saludar a las personas con alegría y respeto.” Enmanuel asintió con curiosidad, y su abuelita Marta le enseñó distintas formas de saludar, como con un apretón de manos, un beso en la mejilla o un simple “Hola, ¿cómo estás? ”

Entusiasmado, Enmanuel decidió practicar sus saludos. Al día siguiente, se dirigió a jugar al parque y, al encontrarse con su amiga Sofía, la saludó con un alegre “¡Hola, Sofi! ”. Sofía le devolvió el saludo con una gran sonrisa, y ambos se dispusieron a jugar juntos.

Poco a poco, Enmanuel se acostumbró a saludar a todos en el parque: al señor que paseaba a su perro, a la señora que regaba las plantas y a los demás niños que jugaban. Descubrió que al saludar, las personas le respondían con amabilidad y se mostraban más dispuestas a conversar y compartir con él.

Un día, mientras Enmanuel jugaba, se acercó un niño nuevo al parque. El niño parecía tímido y un poco asustado. Enmanuel se acercó y le dijo: “¡Hola! Soy Enmanuel. ¿Quieres jugar conmigo? ”. El niño, sorprendido, asintió tímidamente, pero pronto empezó a sonreír y a jugar con entusiasmo. Enmanuel se alegró al ver que su saludo había alegrado al nuevo niño y lo había hecho sentir bienvenido.

Desde entonces, Enmanuel se convirtió en el niño más popular del parque, siempre saludando a todos con alegría y respeto. Descubrió que el simple gesto de saludar podía hacer una gran diferencia en la vida de las personas. Se sentía orgulloso de haber aprendido a saludar, y su abuelita Marta también estaba muy contenta de ver cuánto había crecido su nieto.

Y así, Enmanuel aprendió que un saludo amable y respetuoso podía convertir a desconocidos en amigos, y hacer que el mundo fuera un lugar más feliz y lleno de amor.

FIN.

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