El Sapo Buenoso y el Baile de Messi
Había una vez un sapo llamado Buenoso que vivía en un hermoso estanque rodeado de flores y árboles frondosos. Buenoso no era un sapo cualquiera; era conocido por su amabilidad y su deseo de ayudar a los demás. Cada día, despertaba con una sonrisa y comenzaba a saltar por el estanque, cantando alegremente: "¡Un día más para ayudar!".
Los habitantes del estanque, como los peces, las ranas y las libélulas, admiraban a Buenoso porque siempre estaba dispuesto a ofrecer una mano… o mejor dicho, una pata.
"¡Buenoso, me ayudás a encontrar mi casa!" - le decía una pequeña rana, perdida entre los juncos.
"¡Por supuesto!" - respondía Buenoso, saltando ágilmente y guiando a su amiga de vuelta a casa.
Un día, mientras todos los animales del estanque estaban juntos, escucharon un gran alboroto. Era Messi, el famoso futbolista que había decidido hacer una visita sorpresa al bosque.
"Hola, amigos del bosque. ¡Hoy estoy aquí para celebrar la amistad!" - exclamó Messi, quien traía consigo una gran sonrisa.
Los animales no podían creerlo. Se reunieron alrededor de él, admirándolo y pidiéndole autógrafos. Pero entre todas las miradas expectantes, había una que brillaba con luz propia: la de Buenoso.
"¡Messi, soy tu gran fan! Para mí, sos el mejor jugador del mundo" - dijo el sapo con mucha emoción.
"Gracias, Buenoso. Aprecio tu apoyo. Pero hoy no estoy aquí solo para hablar de fútbol, quiero festejar con ustedes." - respondió Messi, sonriendo.
Ese día, Messi decidió que todos los animales participarían en un concurso de talentos en el que cada uno mostraría lo mejor de sí. Todos estaban emocionados, y los animales comenzaron a prepararse.
Las ranas practicaron sus saltos, los peces ensayaron acrobacias en el agua, y hasta las aves prepararon una hermosa canción. Buenoso, sin embargo, no sabía qué debía hacer.
"¿Qué puedo aportar al concurso? Soy solo un sapo" - se decía a sí mismo mientras miraba a los demás.
Pero mientras pensaba, vino a su mente una idea brillante.n"¡Ya sé! Voy a hacer una danza especial para todos mis amigos".
Empezó a practicar una coreografía divertida, haciendo piruetas y movimientos con sus patas. La noticia de la actuación de Buenoso se esparció como pólvora, y todos estaban ansiosos por verlo.
Finalmente, llegó el día del concurso. Messi fue el jurado especial y los animales se presentaron uno a uno. Cuando fue el turno de Buenoso, todos los miradores estaban expectantes.
"¡Vamo' Buenoso!" - gritó la rana.
"¡A darlo todo!" - añadió un pez.
Con el corazón latiendo rápido, Buenoso saltó al centro y comenzó su danza, dando giros y piruetas. Todos los animales lo miraban boquiabiertos, y Messi no podía dejar de sonreír.
Cuando terminó su actuación, hubo un aplauso ensordecedor.
"¡Eso fue increíble!" - exclamó Messi mientras se levantaba para aplaudir.
"Gracias, amigos. Lo hice para ustedes" - dijo Buenoso, sintiéndose más feliz que nunca.
Después de un divertido día de actuaciones, Messi anunció al ganador:
"El premio se lo lleva un sapo que nos llenó a todos de alegría: ¡Buenoso!"
"¡Yo! ¡Yo gané!" - gritó el sapo asombrado.
"¿Qué vas a hacer con tu premio, Buenoso?" - le preguntó Messi.
"¡Voy a hacer una gran fiesta para todos mis amigos!" - respondió el sapo, sonriendo.
Y así fue como Buenoso organizó una fiesta increíble, llena de baile y diversión. Todos los animales se unieron, incluso Messi se unió a la fiesta y bailó con ellos, demostrando que la verdadera amistad y la amabilidad siempre valen la pena.
"¡Eres un gran bailarín, Buenoso!" - le dijo Messi mientras ambos continuaban bailando.
Desde aquel día, Buenoso no solo fue conocido como el sapo más amable del estanque, sino también como el rey de los bailes, y todos aprendieron que la grandeza se encuentra en ser una buena persona y compartir momentos felices.
Y colorín colorado, este cuento se ha terminado.
FIN.