El Sapo Curioso y la Abeja Amistosa
En un hermoso bosque, vivía un sapo llamado Tito. Tito siempre había sido un sapo muy curioso, y un día, mientras exploraba el bosque, vio una colmena en lo alto de un árbol.
El dulce aroma de la miel lo atrajo de inmediato, y quiso probarla. Pero Tito no sabía cómo subir hasta allí. Justo en ese momento, una abeja amistosa llamada Lola pasaba por allí.
Tito se acercó a Lola y le dijo: - ¡Hola, Lola! ¿Podrías ayudarme a llegar a la colmena para probar un poco de miel? - preguntó Tito con curiosidad.
- ¡Claro, Tito! Yo puedo ayudarte, pero prométeme que serás amable con las abejas y no les harás daño, ¿de acuerdo? - respondió Lola con una dulce sonrisa. Tito prometió comportarse y subieron juntos hasta la colmena.
Las abejas, al principio, estaban un poco asustadas al ver a un sapo tan cerca, pero al escuchar a Lola hablarles sobre la curiosidad de Tito, decidieron compartir una pequeña porción de miel con él. Tito probó la miel y le encantó. A partir de ese día, Tito y Lola se convirtieron en amigos inseparables.
Tito les contaba historias alegres a las abejas, y juntos compartían tardes de risas y juegos. La lección que Tito aprendió fue que, a veces, la curiosidad puede llevarte a encontrar amigos inesperados, y que la amistad no conoce límites.
Tito y Lola demostraron que, a pesar de ser diferentes, podían ayudarse y ser amigos. Y así, en el bosque, se formó una hermosa amistad entre un sapo curioso y una abeja amistosa.
FIN.