El sapo generoso y sus amigos alados



En las orillas de un hermoso arroyo vivían el viejo carpincho, el sapo egoísta, el tero y el chajá.

El sapo siempre se creía mejor que los demás animales y no les prestaba atención a nadie más que a sí mismo. Un día, cansado de la actitud del sapo, el viejo carpincho decidió darle una lección. Convocó al tero y al chajá para pedirles ayuda en su plan.

Juntos idearon un plan para enseñarle al sapo lo importante que es ser amable y generoso con los demás. "Amigos, tenemos que hacer algo para que el sapo entienda la importancia de compartir y ser solidario", dijo el viejo carpincho con determinación.

"¡Estoy cansado de su actitud egoísta! ¡Cuento con ustedes para ayudarme en esta tarea!", agregó con firmeza. El tero propuso organizar un juego en equipo donde cada uno debía colaborar con los demás.

Mientras tanto, el chajá prepararía una deliciosa merienda para compartir al final del juego. Al principio, el sapo se mostró reacio a participar en el juego.

Sin embargo, al ver lo divertido que era trabajar en equipo y lo sabrosa que estaba la merienda compartida por todos, comenzó a cambiar su actitud poco a poco. "¡Vaya! Nunca pensé que trabajar juntos fuera tan gratificante", exclamó sorprendido el sapo mientras disfrutaba de la merienda junto a sus amigos. El viejo carpincho sonrió satisfecho al ver la transformación del sapo.

Sabía que la lección había sido aprendida y que a partir de ese día, el sapito sería más considerado con los demás animales. Desde entonces, el sapito se convirtió en un gran amigo para todos.

Compartía sus cosas, escuchaba a los demás y siempre estaba dispuesto a ayudar cuando alguien lo necesitaba.

Se dio cuenta de que la verdadera felicidad no está en tenerlo todo solo para uno mismo, sino en compartir momentos especiales con quienes nos rodean. Así, gracias a la sabiduría del viejo carpincho y la colaboración del tero y chajá, el sapito aprendió una valiosa lección sobre la importancia de ser amable y generoso.

Y juntos descubrieron que trabajar en equipo y compartir alegrías hace más fuertes los vínculos entre amigos.

FIN.

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