El Secreto de Alexa y la Mariposa



Había una vez en la bulliciosa ciudad de Buenos Aires, una niña llamada Alexa. Alexa tenía 7 años y siempre se preguntaba quién era realmente y para qué servía su identidad.

Un día, mientras paseaba por el parque cerca de su casa, se encontró con una mariposa muy especial. La mariposa brillaba con colores vibrantes y parecía hablarle a Alexa en un suave susurro. "-Hola, pequeña curiosa.

Veo que buscas respuestas sobre tu identidad", dijo la mariposa con voz melodiosa. Alexa abrió mucho los ojos sorprendida y respondió: "-Sí, quiero saber quién soy realmente y para qué sirvo".

La mariposa sonrió y le dijo: "-Tu identidad, Alexa, es como un tesoro único que llevas dentro de ti. Eres valiosa tal como eres, con tus sueños, gustos y talentos. Descubrir tu identidad significa conocer tus fortalezas y debilidades, lo que te hace única en este mundo".

Alexa asintió emocionada y preguntó: "-¿Y para qué me sirve conocer mi identidad?"La mariposa revoloteó alrededor de ella antes de responder: "-Conocer tu identidad te ayudará a crecer feliz siendo tú misma.

Te permitirá tomar decisiones basadas en tus valores y creencias, a perseguir tus sueños con determinación y a enfrentar los desafíos con valentía. Saber quién eres te dará la fuerza interior necesaria para alcanzar todo lo que te propongas". Desde ese día, Alexa comenzó a explorar más sobre sí misma.

Descubrió que le encantaba dibujar paisajes urbanos inspirados en su ciudad, que era muy buena jugando al fútbol con sus amigos del barrio e incluso que le gustaba ayudar a los demás animales del parque cuando estaban en apuros.

Con cada nueva faceta de su personalidad que descubría, Alexa se sentía más segura de sí misma y más feliz. Ya no se comparaba con los demás niños de su edad ni trataba de ser alguien que no era.

Simplemente era ella misma. Un día, la mariposa volvió a visitarla en el parque y notó el brillo especial en los ojos de Alexa. "-Ve veo radiante hoy, querida Alexa. ¿Has descubierto algo nuevo sobre ti?", preguntó la mariposa.

"-Sí", respondió Alexa emocionada. "He aprendido que mi identidad es como un tesoro invaluable que me hace única y especial. Y gracias a eso puedo ser feliz siendo yo misma".

La mariposa sonrió orgullosa y dijo: "-Esa es la mayor lección que puedes aprender en la vida, querida Alexa. Nunca olvides quién eres realmente y todo lo bueno que puedes lograr siendo auténtica contigo misma".

Y así fue como Alexa comprendió el verdadero significado de conocer su identidad: no solo se trataba de descubrir quién era sino también de aceptarse plenamente y brillar con luz propia en el mundo.

Desde ese día en adelante, cada vez que alguien le preguntaba quién era o para qué servía su identidad, ella respondía con una gran sonrisa: "Soy Alexa, una niña única llena de sueños e infinitas posibilidades". Y esa simple afirmación bastaba para recordarle lo especial que era ser simplemente ella misma.

Y colorín colorado este cuento ha terminado pero recuerda querido lector/a siempre sé tú mismo/a porque eso es lo más importante en esta vida.

FIN.

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