El secreto de Angélica y Rhys
Angélica era una chica de 12 años que recién comenzaba su aventura en la secundaria. Con su mochila llena de libros y su corazón latiendo con emoción, lo único que podía pensar era en hacer nuevos amigos y vivir momentos inolvidables. Su mejor amiga, Sofía, la había invitado a pasar la tarde en su casa después de clase. Angélica estaba entusiasmada, así que aceptó de inmediato.
Cuando llegó a la casa de Sofía, se sintió como en un sueño. Era una casita colorida, con un hermoso jardín lleno de flores y mariposas.
"¡Hola, Angélica!" -exclamó Sofía, abrazándola. "Esperé este momento durante toda la semana, vamos a divertirnos mucho."
Angélica sonrió y entró. Mientras se acomodaban en el living, Sofía le dijo: "Te quiero presentar a mi hermano, Rhys. Siempre está encerrado en su habitación, pero puedo hacer que salga a conocer a alguien nuevo."
Rhys, un chico de 14 años, salió de su habitación con los auriculares colgando y una actitud despreocupada. Cuando sus miradas se cruzaron, un silencio mágico llenó el ambiente. Era como si el tiempo se detuviera por un instante.
"Hey, ¿vos sos la amiga de Sofía?" -dijo Rhys, sonriendo. Su voz era cálida y amistosa.
"Sí, soy Angélica. Encantada de conocerte" -respondió ella, sintiendo que sus mejillas se encendían en un color rosado.
Después de algunas palabras, Rhys regresó a su habitación, pero no pudo dejar de pensar en la chica que había conocido. Angélica se quedó fascinada y hablaba de él con Sofía, soñando con volver a verlo. Esa noche, mientras Sofía dormía, Angélica se quedó despierta pensando.
Al día siguiente, Angélica decidió ser valiente y le envió un mensaje por chat. "Hola Rhys, ¿qué tal? Soy Angélica, la amiga de Sofía. ¿Te gustaría salir a dar una vuelta después de clases?"
Unos minutos después, su celular vibró. Era Rhys. "¡Hola! Me encantaría. ¿Vamos al parque a jugar a la pelota?"
El día pasó volando. Al salir, el parque estaba lleno de risas y alegría. Jugaron al fútbol y se divirtieron como nunca. Entre risas y miradas cómplices, la conexión entre ellos creció más fuerte. Al caer la noche, Angélica se sintió atrevida y dio un paso adelante.
"Rhys, ¿te gustaría que nos quedáramos solos un rato? Me gustaría hablar contigo."
Rhys, sorprendido pero emocionado, aceptó. Se alejaron un poco del bullicio.
"Angélica, desde que te conocí, he sentido una conexión especial contigo" -dijo él, cruzando su mirada con la de ella.
Angélica, con el corazón latiendo rápido, preguntó: "¿Tú también?"
"Sí, me gustas mucho..."
En ese instante, ambos se acercaron lentamente y, sin pensarlo, sus labios se encontraron. Fue un beso suave y mágico que selló la promesa de un romance secreto.
Sin embargo, en los días siguientes, Angélica comenzó a sentir que lo que tenían no podía ser solo un secreto.
"Debemos contárselo a Sofía, es su hermano y es importante que lo sepa" -dijo Angélica a Rhys, cada vez más convencida.
Rhys, aunque un poco nervioso, sabía que tenía razón. Decidieron hablar con Sofía juntos.
Una tarde, en el jardín, Angélica reunió el valor necesario. "Sofía, hay algo que necesito contarte…¡me gusta mucho tu hermano!"
Sofía, en un principio sorprendida, sonrió tanto que las mejillas le sonrojaron. "Es genial, Angélica. Me alegra que se lleven tan bien, siempre quise que Rhys pudiera compartir algo especial con alguien."
A partir de ese día, el romance de Angélica y Rhys dejó de ser un secreto y se convirtió en una hermosa historia compartida entre amigos. El grupo se volvió más unido y juntos descubrieron que las amistades pueden florecer de muchas maneras.
Angélica aprendió que la valentía de abrir su corazón trajo consigo un mundo nuevo lleno de risas y magia compartida. Creativity and friendship bloomed in unexpected ways, and it became a warm memory that she would cherish forever. Al final, se dieron cuenta de que, aunque el primer amor era especial, la amistad seguía siendo la base más importante de todas.
Angélica y Rhys se apoyaron mutuamente y su vínculo se fortaleció día a día. Juntos, aprendieron que las experiencias compartidas crean lazos duraderos y que el amor, tanto romántico como platónico, es uno de los tesoros más valiosos en la vida.
FIN.