El secreto de César



César era un niño muy alegre y travieso, pero guardaba un gran secreto en su corazón. Estaba perdidamente enamorado de Janett, una niña dulce y amable que siempre jugaba con él en el parque.

Cada vez que veía a Janett, su corazón latía más fuerte y le costaba contener la emoción. Sin embargo, no sabía cómo expresarle sus sentimientos.

Un día, mientras jugaban a las escondidas, César se dio cuenta de que necesitaba encontrar una forma de decirle a Janett lo que sentía. Decidió buscar consejo en sus amigos, pero ninguno de ellos parecía tener una respuesta. Desesperado, César decidió recurrir a su abuela, quien siempre tenía palabras sabias para él.

-Abuela, ¿cómo le digo a Janett que estoy enamorado de ella? - preguntó César con timidez. La abuela sonrió con ternura y le dijo: -César, el amor es algo hermoso, pero a veces puede parecer complicado. Lo más importante es ser sincero y valiente.

No tengas miedo de expresar tus sentimientos, pero recuerda que el amor verdadero respeta los sentimientos de la otra persona. César asintió con determinación y agradeció a su abuela por sus palabras. Decidió esperar el momento adecuado para contarle a Janett lo que sentía.

Mientras tanto, siguió jugando y riendo con ella, disfrutando de su compañía y manteniendo la esperanza viva en su corazón. Finalmente, un día, cuando estaban solos en el parque, César reunió todo su valor y le confesó a Janett sus sentimientos.

Para su alivio, Janett escuchó atentamente y le respondió con una sonrisa dulce. Resultó que Janett también sentía lo mismo por César.

A partir de ese día, los dos niños compartieron risas, aventuras y sueños juntos, sabiendo que el amor había unido sus corazones para siempre.

FIN.

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