El secreto de Don Árbol
Había una vez en un campo verde y florido, donde vivían la vaca Margarita, el pájaro Pepito y la lombriz Luisa. Ellos eran muy buenos amigos y siempre se divertían juntos recorriendo el campo y descubriendo nuevas aventuras.
Un día, mientras jugaban cerca de un árbol frondoso, Pepito notó que las flores no estaban tan hermosas como de costumbre. "¿Qué pasa con estas flores? Se ven tristes", dijo Pepito preocupado.
"No lo sé", respondió Margarita, "pero algo debe estar pasando en nuestro querido campo". Decidieron investigar y preguntaron a Don Árbol qué sucedía. "Estoy débil porque no tengo suficiente nitrógeno para crecer fuerte y dar hermosas flores", les explicó el árbol con tristeza.
Los tres amigos se miraron entre sí, sin saber qué hacer para ayudar a Don Árbol. Fue entonces cuando Luisa recordó algo importante que había aprendido: el ciclo del nitrógeno.
Les explicó que el nitrógeno es esencial para las plantas y los árboles, ya que los ayuda a crecer sanos y fuertes. "¡Ya sé cómo podemos ayudar a Don Árbol!", exclamó emocionada Luisa. Los tres amigos se abrazaron contentos por haber encontrado una solución.
Juntos emprendieron un viaje por todo el campo en busca de formas de traer más nitrógeno al suelo para que Don Árbol pudiera recuperarse.
Primero fueron a hablar con las abejas para pedirles ayuda en la polinización de las flores, luego visitaron a los gusanos del suelo para que airearan la tierra y finalmente fueron al río a recolectar algas ricas en nutrientes. Con todas estas acciones, lograron mejorar la calidad del suelo y pronto Don Árbol comenzó a recuperarse.
Las flores volvieron a brillar con colores vibrantes y todo volvió a la normalidad en el campo. "¡Gracias por ser tan buenos amigos y ayudarme cuando más los necesitaba!", les dijo emocionado Don Árbol.
Los cuatro amigos se abrazaron felices sabiendo que juntos podían lograr grandes cosas y mantener vivo el ciclo del nitrógeno en su amado campo verde.
Desde ese día, Margarita, Pepito, Luisa y Don Árbol siguieron siendo inseparables, cuidando juntos del campo y recordando siempre la importancia de trabajar en equipo para preservar la naturaleza. Y colorín colorado este cuento del ciclo del nitrógeno ha terminado pero nunca olvides cuidar tu entorno ¡Cuidemos juntos nuestro planeta!
FIN.