El secreto de Dormír
Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Sueño, un niño llamado Antonio que tenía problemas para dormir. Todas las noches, daba vueltas en la cama, pensando en mil cosas y le costaba conciliar el sueño.
Un día, mientras paseaba por el bosque cercano a su casa, se encontró con Cariño, una hada de brillantes alas rosadas que cuidaba de los sueños de los niños del pueblo.
Cariño notó que Antonio lucía cansado y triste, así que decidió ayudarlo. "Hola Antonio, veo que tienes problemas para dormir. ¿Qué te preocupa?" -dijo Cariño con voz dulce. Antonio le contó sobre sus dificultades para conciliar el sueño y cómo eso afectaba su ánimo durante el día.
Cariño sonrió y le dijo:"No te preocupes, tengo una idea que puede ayudarte. Te presentaré a Dormír, un duende sabio que vive en lo más profundo del bosque.
"Juntos se adentraron en el bosque hasta llegar a una cueva oculta donde vivía Dormír. El duende les recibió con amabilidad y escuchó atentamente la historia de Antonio. "¡Ah, querido Antonio! Veo que necesitas aprender a relajarte antes de irte a dormir.
Te enseñaré algunos trucos para calmar tu mente y prepararte para descansar adecuadamente", dijo Dormír con voz grave pero amable. Durante varios días, Antonio visitó a Dormír quien le enseñó técnicas de respiración profunda, meditación y relajación muscular.
Poco a poco, Antonio fue aplicando estos consejos antes de acostarse y empezó a notar cambios positivos en su calidad de sueño. Mientras tanto, Cariño observaba desde lejos la amistad que había surgido entre Antonio y Dormír.
Estaba feliz de ver cómo su ayuda había dado frutos y cómo ahora Antonio podía descansar plácidamente cada noche. Una noche estrellada, cuando ya no necesitaba más ayuda para dormir mejor, Antonio reunió a Cariño y Dormír para darles las gracias por todo lo que habían hecho por él.
"Gracias Cariño por guiarme hacia ti y presentarme a Dormír. Gracias Dormír por tus enseñanzas sabias. Ahora puedo descansar como nunca antes lo había hecho", expresó emocionado Antonio.
Cariño sonrió radiante mientras las estrellas brillaban en lo alto del cielo nocturno. La amistad entre ellos se fortaleció aún más gracias al vínculo especial creado durante esas noches mágicas en Villa Sueño.
Y así fue como Antonio aprendió la importancia del cuidado personal antes de irse a dormir: respirar profundo, relajar su cuerpo y mente; siempre acompañado por el cariño incondicional de sus amigos mágicos.
FIN.