El secreto de la biblioteca de colores

En una pequeña sala de jardín de infantes, había un grupo de niños de 5 años que adoraban jugar, leer libros y compartir sus materiales. Ellos se llamaban Tomás, Sofía, Lucas y Valentina. Un día, la maestra les contó sobre una biblioteca mágica escondida en el colegio, la cual guardaba libros de colores que podían llevar a los niños a cualquier lugar que imaginaran. Los niños emocionados, se propusieron encontrarla y explorarla.

Al llegar al colegio al día siguiente, los niños buscaron por todas partes, pero la biblioteca estaba tan bien escondida que parecía imposible hallarla. Sin embargo, Valentina, la más imaginativa del grupo, recordó una antigua canción que su abuela le había enseñado sobre seguir los rayos del sol. Los niños emocionados y unidos, comenzaron a seguir los rayos del sol que se filtraban por las ventanas del colegio. De repente, los rayos formaron una flecha que apuntaba hacia un pasillo olvidado. Los niños sin dudarlo, se aventuraron por ese pasillo y descubrieron una puerta secreta detrás de un viejo armario.

Al cruzar la puerta, se encontraron con la biblioteca de colores, un lugar lleno de libros brillantes y relucientes. Cada uno de ellos agarró un libro y comenzaron a leer. De repente, fueron transportados a un mundo mágico donde los árboles hablaban, los ríos cantaban y los animales bailaban. Pasaron horas explorando ese mundo maravilloso, hasta que recordaron que debían regresar para la hora del almuerzo. Al salir de la biblioteca, prometieron guardar el secreto de su existencia y volver cada vez que pudieran.

Desde ese día, los niños se convirtieron en los mejores amigos, compartieron sus materiales y ayudaron a otros a encontrar sus propias aventuras. Aprendieron que juntos, podían lograr cosas maravillosas y que la imaginación y la amistad son los mayores tesoros. Y aunque crecieron y siguieron caminos diferentes, nunca olvidaron la biblioteca de colores ni el poder de la amistad y la imaginación.