El secreto de la botella verde


Había una vez en un bosque encantado, tres amiguitos muy curiosos: Roberto, Renata y Ramiro. Ellos siempre estaban buscando aventuras y aprendiendo cosas nuevas.

Un día, mientras jugaban cerca de un arroyo, encontraron algo brillante entre las ramas de un árbol. - ¡Miren lo que encontré! -exclamó Roberto emocionado. Era una botella de plástico que alguien había tirado al suelo. Los tres amigos se acercaron para verla mejor.

- ¿Por qué alguien dejaría basura en el bosque? -se preguntó Renata con tristeza. - No sé, pero no está bien. Debemos hacer algo al respecto -dijo Ramiro con determinación.

Los tres amigos recordaron entonces lo que habían aprendido en la escuela sobre las tres R: Reducir, Reutilizar y Reciclar. Decidieron poner en práctica estas enseñanzas para ayudar a cuidar el bosque. - Primero debemos reducir la cantidad de basura que generamos -propuso Renata-. Podemos llevar nuestras propias botellas reutilizables en lugar de usar botellas descartables.

Así lo hicieron, cada uno llevaba su propia botella para evitar generar más basura. Luego pensaron en cómo reutilizar la botella que habían encontrado en el bosque. - Podríamos convertirla en un comedero para pájaros -sugirió Roberto con entusiasmo-.

Así ayudamos a los animalitos del bosque. Los tres amigos trabajaron juntos para limpiar la botella y colgarla de un árbol con semillas adentro.

Pronto los pájaros empezaron a visitarla y ellos se alegraron al verlos disfrutar de su creación. Finalmente, llegó el momento de reciclar otros residuos que encontraban esparcidos por el bosque. Recolectaron latas vacías, papeles y envases plásticos para llevarlos al centro de reciclaje del pueblo cercano.

- ¡Lo logramos! Hemos aplicado las tres R y hemos cuidado nuestro hogar natural -celebró Ramiro con orgullo mientras miraban el bosque limpio y ordenado gracias a su esfuerzo conjunto.

Desde ese día, Roberto, Renata y Ramiro se convirtieron en defensores del medio ambiente e inspiraron a otros niños a seguir sus pasos. Juntos demostraron que pequeñas acciones pueden tener grandes impactos si todos colaboramos para proteger nuestro planeta Tierra.

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