El Secreto de la Casa Hacienda de Pumamarca



Era un día soleado en la Casa Hacienda de Pumamarca, donde vivía Mama Ocllo, la madre de Pachacuteq. Los niños del pueblo venían a escuchar sus historias. Un grupo de amigos se reunió en el patio.

"Mama Ocllo, cuéntanos sobre tu hijo!", pidió Lucho, ansioso.

"Mi Pachacuteq siempre fue curioso y valiente", respondió ella con una sonrisa.

Mientras los niños escuchaban, un ruido extraño provino del granero.

"¿Qué fue eso?", preguntó Ana, mirando asustada.

"Voy a investigar!", dijo Miguel, avanzando cauteloso.

Los demás lo siguieron. Al llegar, encontraron un pequeño cuy atrapado en un hilo.

"¡Pobrecito!", exclamó Ana.

"Hay que ayudarlo!", sugirió Lucho.

Con cuidado, los niños liberaron al cuy, que salió corriendo feliz.

"¡Hicimos una buena acción!", celebró Miguel.

Mama Ocllo observó con orgullo.

"Recuerden, niños, ayudar a los demás es el verdadero valor de un líder".

Ese día, los niños aprendieron que la valentía no solo es enfrentarse a lo desconocido, sino también a los desafíos cotidianos, como ayudar a un amigo en necesidad.

FIN.

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