El secreto de la digestión saludable


Había una vez un niño llamado Mateo que hacía mucha caca. Cada vez que iba al baño, su mamá tenía que limpiarlo y cambiarle el pañal varias veces al día.

Aunque Mateo se sentía mal por hacer tanto trabajo a su mamá, no podía evitarlo. Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, Mateo se sintió incómodo y tuvo que ir corriendo al baño.

Cuando llegó allí, descubrió que había olvidado llevar papel higiénico y comenzó a entrar en pánico. -¿Qué voy a hacer ahora? -se preguntó-. No puedo salir así del baño. En ese momento, escuchó una voz detrás de la puerta del baño:-Tranquilo, amigo. Yo te ayudo.

Mateo abrió la puerta y encontró a un anciano amable y sonriente que le ofreció una toalla de papel para limpiarse. -Gracias -dijo Mateo sorprendido-. ¿Cómo sabías que necesitaba ayuda? -Es fácil -respondió el anciano-.

Yo también solía hacer mucha caca cuando era joven. Pero aprendí algunos trucos para mantenerme saludable y feliz. Si quieres, puedo enseñarte algunos de ellos. Mateo asintió emocionado y aceptó acompañar al anciano a su casa cercana.

Allí descubrió un jardín lleno de vegetales frescos y coloridos, así como un pequeño gallinero donde vivían unas gallinas felices. -¿Por qué tienes tantas verduras aquí? -preguntó Mateo curioso. -Porque comer alimentos frescos es importante para tener una buena digestión -respondió el anciano-.

Y las gallinas nos dan huevos frescos llenos de nutrientes. Mateo se sintió inspirado por lo que había aprendido y decidió cambiar su dieta para incluir más vegetales frescos y alimentos saludables.

También comenzó a hacer ejercicio regularmente, corriendo y jugando al aire libre con sus amigos. Con el tiempo, Mateo notó que hacía menos caca y que se sentía más saludable en general. Su mamá también estaba feliz de no tener que limpiarlo tanto como antes.

Y así, gracias a la ayuda del anciano sabio, Mateo aprendió a cuidar mejor su cuerpo y a mantenerse feliz y saludable para siempre. Fin.

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