El secreto de la hora mágica



Rosa y Juan eran dos docentes de espacios cuidados. Trabajaban duro todos los días, pero los viernes y sábados, no tenían horario. Eran los días en los que disfrutaban de un tiempo para ellos, lejos del reloj y las obligaciones.

Un viernes por la tarde, mientras caminaban de regreso a casa, se encontraron con un letrero que decía:

FIN.

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