El secreto de la huerta mágica



Había una vez en un pequeño pueblo de Córdoba, una huerta mágica escondida entre las colinas, donde las plantas crecían más verdes y frondosas que en cualquier otro lugar.

En esa huerta vivían personajes muy especiales: la señora Mariposa, encargada de cuidar las flores; Don Tomate, el tomate más sabroso de la región; y Doña Zanahoria, siempre lista para ayudar a quien lo necesitara.

Todos ellos eran guardianes de la huerta mágica y se encargaban de mantenerla hermosa y llena de vida. Un día, un grupo de niños de la escuela local decidió visitar la huerta para aprender sobre el cultivo de plantas. Al llegar, quedaron maravillados por la belleza del lugar y la amabilidad de sus habitantes.

-¡Hola, somos los niños de la escuela! -saludaron los pequeños. La señora Mariposa les dio la bienvenida y les enseñó cómo cuidar las flores para que crecieran sanas y fuertes.

Mientras tanto, Don Tomate y Doña Zanahoria les mostraron cómo sembrar y cuidar hortalizas. Los niños escuchaban con atención y notaron que las plantas de la huerta mágica crecían tan hermosas gracias al amor y cuidado que les brindaban.

Al despedirse, los niños prometieron cuidar sus propias plantas y llevar todo lo aprendido a sus hogares. A partir de ese día, la huerta mágica se convirtió en un lugar de reunión para la comunidad, donde todos aprendían a cultivar sus propias huertas y a cuidar la naturaleza.

La magia de la huerta se extendió por todo el pueblo, llenándolo de vida y color.

FIN.

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