El secreto de la llave dorada
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Mora.
Mora era conocida por ser hermosa y buena, pero tenía un gran problema: ¡era dormilona! Mora siempre se quedaba dormida en cualquier lugar y en cualquier momento del día. Un día, mientras caminaba por el parque, Mora tropezó con una piedra y cayó al suelo. Se levantó rápidamente y se dio cuenta de que había encontrado algo brillante entre la hierba.
Era una llave dorada con forma de corazón. Intrigada por su hallazgo, decidió seguir las indicaciones escritas en un papel que estaba pegado a la llave.
El mensaje decía: "Esta llave te llevará a un mundo mágico donde encontrarás la solución a tu problema". Mora no podía creerlo. Sin pensarlo dos veces, introdujo la llave en la cerradura de una antigua puerta que encontró escondida detrás de los arbustos del parque.
La puerta se abrió lentamente y reveló un camino lleno de flores multicolores. Mientras caminaba por el sendero, Mora escuchó risas provenientes de detrás de unos árboles. Al acercarse, descubrió a tres hadas jugando entre ellas. Eran Pétalo, Dalia y Rosa; las hadas guardianas del mundo mágico.
Pétalo fue la primera en notar a Mora y exclamó: "¡Bienvenida! Hemos estado esperando tu llegada". Confundida pero emocionada, Mora les contó sobre su problema para quedarse dormida todo el tiempo. Las hadas se miraron entre sí y sonrieron.
Dalia tomó la palabra: "Mora, en este mundo mágico aprenderás una lección muy valiosa. Pero primero, debes superar tres desafíos". El primer desafío consistía en encontrar un collar de estrellas perdido en el bosque encantado.
Mora siguió las indicaciones de las hadas y finalmente encontró el collar brillante colgando de una rama. Rosa la felicitó: "Has superado el primer desafío, pero aún hay más por hacer".
El segundo desafío era atravesar un laberinto lleno de espejos que reflejaban imágenes confusas. Mora tuvo que confiar en su intuición para encontrar la salida correcta. Después de varios intentos, logró salir del laberinto y se reunió con las hadas nuevamente. Pétalo dijo: "¡Muy bien! Solo falta un último desafío".
El último desafío requería que Mora resolviera un acertijo complicado. Después de pensar durante unos minutos, logró descifrarlo y liberar así al último prisionero encantado del mundo mágico.
Las hadas aplaudieron emocionadas y Pétalo exclamó: "¡Lo has logrado! Has demostrado ser valiente y perseverante". De repente, todo el mundo mágico comenzó a brillar intensamente hasta que finalmente se apagó. Cuando Mora abrió los ojos, estaba nuevamente en el parque donde había encontrado la llave dorada.
Aunque estaba algo triste porque extrañaba a las hadas, se dio cuenta de que ya no sentía sueño. Mora había aprendido que la clave para superar su problema era enfrentarse a desafíos y no rendirse.
Desde ese día, Mora se convirtió en una niña llena de energía y siempre dispuesta a enfrentar nuevos retos. Su historia inspiró a otros niños del pueblo a nunca darse por vencidos y siempre luchar por sus sueños.
Y así, Mora hermosa buena amor dormilona se convirtió en un ejemplo de perseverancia y valentía para todos los niños del pueblo. Fin.
FIN.