El Secreto de la Mariposa



Había una vez en una hermosa escuela de mariposas, una pequeña mariposa llamada Lucía. A Lucía le encantaba volar y jugar con sus amigos en el jardín, pero también le gustaba pasar tiempo en las redes sociales de Mariposalandia.

Un día, un chico llamado Martín que le gustaba, le pidió a Lucía una foto para agregar a su álbum de amigos. Ilusionada, Lucía le envió una foto.

Pero lo que ella no sabía, era que Martín, en un momento de descuido, compartió esa foto con todos sus amigos sin su consentimiento. Al día siguiente, Lucía se encontró con que su foto había sido compartida por todos lados, y algunos mariposones se burlaban de ella y la llamaban nombres feos.

Lucía se sintió muy triste y asustada. No sabía qué hacer. "¡No puedo creer que esto esté pasando!" -se lamentó Lucía. Pero Lucía no estaba sola.

Sus amigas mariposas, Sofía y Valentina, notaron que algo estaba mal y decidieron ayudar a Lucía. Juntas, hablaron con la directora de la escuela, quien las escuchó con calidez y les brindó apoyo. La directora les recordó a todas las mariposas de la escuela la importancia de usar las TIC de forma responsable y respetuosa.

Explicó que compartir fotos sin el consentimiento de otros podía hacer daño. Además, les enseñó sobre el poder de la amistad, la empatía y el apoyo mutuo.

Gracias a la ayuda de sus amigas y la directora, Lucía se sintió mejor. Aprendió que era valiosa tal como era y que el respeto y la empatía eran fundamentales en el uso de las TIC.

Con el tiempo, Lucía recuperó su alegría y volvió a disfrutar de sus actividades escolares y del jardín. Además, se convirtió en una gran defensora de la importancia de usar las TIC de manera responsable.

Desde entonces, la escuela de mariposas se convirtió en un lugar donde todas las mariposas aprendieron a volar juntas, respetándose y apoyándose mutuamente, y donde cada una era libre de ser quien quisiera ser, sin temores. Y así, Lucía descubrió que, al igual que una mariposa, podía levantar el vuelo nuevamente y seguir creciendo y brillando en su hermoso mundo.

FIN.

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