El secreto de la nieve blanca brillante

En un pequeño pueblo, donde diciembre llegaba nublado y la nieve blanca brillante cubría cada rincón, vivía un niño llamado Nicolás. Nicolás era un niño curioso y aventurero, a quien le encantaba explorar los alrededores del pueblo.

Un día, mientras jugaba en la nieve, encontró algo brillante entre la blanca capa de nieve. Para su sorpresa, era un medallón de cobre con extraños grabados. Emocionado, Nicolás decidió visitar a la sabia cabra del pueblo, conocida por descifrar misterios.

"Oh, Nicolás, este medallón es el símbolo del secreto de la nieve blanca brillante", dijo la cabra con voz serena. "¿Qué secreto?", preguntó Nicolás con gran curiosidad.

"El secreto radica en una bruja que vive en lo profundo del bosque", reveló la cabra. Nicolás, decidido a descubrir la verdad, partió hacia el bosque. Allí, entre los árboles cubiertos de nieve, encontró a la anciana bruja envuelta en una blusa de colores mágicos.

"Buscas el secreto de la nieve blanca brillante", murmuró la bruja. "Sí, por favor, cuéntame", respondió Nicolás. La bruja le contó que la nieve blanca brillante era el resultado de la alegría y la amabilidad de las personas del pueblo. Sin embargo, en los últimos tiempos, estas cualidades estaban desapareciendo.

Nicolás comprendió que debía hacer algo al respecto. Decidió organizar un evento en el pueblo para fomentar la solidaridad y la generosidad entre sus habitantes. Con juegos y actividades divertidas, lograron que la alegría volviera a brillar en el pueblo.

Pronto, la nieve volvió a ser blanca y brillante, llenando a todos de esperanza y felicidad. Desde entonces, Nicolás recordó siempre la importancia de cultivar valores positivos.

Y cada invierno, la nieve blanca brillante les recordaba el poder de la amabilidad y la alegría.