El secreto de la niña del hielo



Había una vez, en lo más alto de los Andes, una niña llamada Lola, a quien le encantaba explorar y descubrir nuevos lugares. Un día, mientras jugaba en la montaña, encontró un lago congelado.

Emocionada, decidió ponerse sus patines y deslizarse sobre el hielo. -¡Qué divertido es patinar sobre hielo! -exclamó Lola mientras daba vueltas y saltos. De repente, perdió el equilibrio y cayó al hielo.

Asustada, intentó levantarse, pero algo mágico sucedió: el hielo bajo sus pies comenzó a iluminarse con brillantes destellos azules. Sorprendida, se dio cuenta de que podía patinar con gracia y facilidad, como si el hielo la estuviera ayudando. -¡Increíble! ¡Estoy patinando mejor que nunca! -gritó Lola, sintiéndose llena de magia.

Con su nuevo talento, Lola decidió convertirse en la mejor patinadora de hielo de los Andes. Entrenó duro, superando obstáculos y retos, y se convirtió en un ejemplo para los demás niños de la montaña.

Su habilidad en el hielo inspiró a todos a seguir sus sueños y a creer en la magia que puede encontrarse en los lugares más inesperados.

Desde aquel día, el lago congelado se convirtió en el lugar de encuentro de los niños, donde compartían risas, juegos y sueños mientras patinaban sobre el hielo brillante. Lola descubrió que la verdadera magia no estaba solo en el hielo, sino en la pasión, el esfuerzo y la alegría que compartía con los demás.

Y así, la niña del hielo, con su luz azulada, se convirtió en una leyenda en los Andes, recordándonos que la magia está en cada uno de nosotros.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!