El Secreto de la Rosa Encantada
Había una vez en un pequeño pueblo de Argentina, una niña llamada Martina que recibió un regalo muy especial la navidad pasada. Era un hermoso libro de La Bella y la Bestia, una historia que siempre había anhelado leer. Martina se sumergió en las páginas del libro, fascinada por la historia de amor y valor. En la historia, la bella Isabela, una joven valiente y curiosa, se adentra en un castillo encantado y conoce a la temible bestia, un ser solitario con un corazón herido.
Martina se identificó con la valentía de Isabela y se emocionó con cada giro de la trama. Pero un día, mientras leía, descubrió un pasaje secreto en el libro que la transportó mágicamente al interior del castillo encantado. Allí conoció a Isabela y a la bestia, que no era tan terrible como todos pensaban. Juntos, vivieron aventuras emocionantes y descubrieron el amor y la verdadera amistad.
A medida que Martina exploraba el castillo, aprendió valiosas lecciones sobre la importancia de ver más allá de las apariencias, la bondad y el valor. Con cada página que leía, el castillo se iluminaba y la rosa encantada recuperaba su vitalidad. Martina sabía que tenía una misión: ayudar a la bestia a romper el hechizo que lo había convertido en un ser temible.
Después de enfrentar desafíos y superar pruebas, Martina encontró la llave para liberar la bestia y devolverle su forma humana. La rosa encantada floreció con un resplandor radiante, disipando la oscuridad y trayendo la esperanza al castillo. Martina regresó a su mundo con el corazón lleno de alegría y sabiduría, llevando consigo el secreto de la rosa encantada.
Desde aquel día, Martina compartió la historia de La Bella y la Bestia con otros niños, inspirándolos a descubrir la magia de la amistad, el coraje y el amor verdadero.
FIN.