El Secreto de las Frutas y Verduras

Había una vez en el Jardín de Infantes "Rayito de Sol", un grupo de niños muy traviesos y curiosos que se divertían jugando y aprendiendo cada día.

En este jardín, la Seño Laura les enseñaba la importancia de una alimentación saludable para crecer fuertes y felices. Un día, llegó al jardín un nuevo niño llamado Tomás. Tomás era un poco especial, ya que no le gustaba comer frutas ni verduras, solo quería comer golosinas y comida chatarra.

La Seño Laura se puso manos a la obra para ayudarlo a descubrir lo deliciosas que podían ser las comidas sanas. "Tomás, ¿por qué no probamos hoy una ensalada de frutas? Seguro te va a encantar", sugirió la Seño Laura.

"¡No! ¡Yo quiero papas fritas!", respondió Tomás haciendo puchero. La Seño Laura no se rindió y decidió pedir ayuda a sus amigos del bosque mágico: el Conejo Saltarín, el Pájaro Cantor y la Ardilla Traviesa.

Ellos idearon un plan para mostrarle a Tomás lo divertido que podía ser comer sano. Al día siguiente, durante el almuerzo, los animalitos del bosque aparecieron en el jardín con cestas repletas de frutas y verduras coloridas.

El Conejo Saltarín comenzó a hacer acrobacias con zanahorias, el Pájaro Cantor entonaba canciones sobre los beneficios de las manzanas y la Ardilla Traviesa jugaba a lanzar uvas al aire y atraparlas con su boca.

Tomás se quedó impresionado con el espectáculo y poco a poco empezó a probar bocados de las deliciosas frutas y verduras que le ofrecían sus nuevos amigos. "¡Wow! ¡Esto es riquísimo! No sabía que las frutas podían ser tan divertidas de comer", exclamó Tomás emocionado.

Desde ese día, Tomás se convirtió en todo un experto en alimentación saludable. Compartía sus meriendas llenas de colores con sus compañeros e incluso les enseñaba cómo hacer divertidas figuras con las frutas.

Gracias al esfuerzo conjunto de la Seño Laura y los animalitos del bosque mágico, todos los niños del Jardín "Rayito de Sol" aprendieron la importancia de llevar una dieta equilibrada para cuidar su cuerpo y su mente mientras disfrutaban cada momento junto a sus amigos.

Y colorín colorado, este cuento saludable ha terminado.