El Secreto de las Hadas
Danielle vivía en un barrio tranquilo, donde el sol brillaba y las hojas de los árboles susurraban historias al viento. Un día de verano, Danielle decidió salir al parque para disfrutar de la calidez del día. Mientras caminaba por el parque, escuchó risas y risas provenientes de un grupo de niños que jugaban. Danielle se acercó curiosa y vio a una niña llamada Lu molestando a otra niña por creer en las hadas.
- ¿Por qué crees en esas tonterías de hadas? -se burlaba Lu, mientras los demás niños reían.
La niña a quien acosaban era Danielle, que se sentía muy triste por las burlas. Sin embargo, en ese momento, el viento comenzó a soplar suavemente y las hojas de los árboles parecían bailar al compás de una melodía mágica. Entonces, una voz suave y melodiosa susurró en la mente de Danielle: 'No dejes que te desanimen. Las hadas existen en el corazón de aquellos que creen en la magia y la bondad.'
Inspirada por estas palabras, Danielle decidió hablar con valentía: - Lu, las hadas pueden ser invisibles, pero su magia es real. Ellas nos recuerdan la belleza y la esperanza en el mundo. Todos necesitamos un poco de magia en nuestras vidas.
Los demás niños se quedaron en silencio, sorprendidos por las palabras de Danielle. Lu, avergonzada, bajó la mirada y se disculpó. A partir de ese día, Lu y Danielle se convirtieron en amigas, compartiendo aventuras y secretos en el parque.
Poco a poco, otros niños también comenzaron a creer en la magia de las hadas, descubriendo que cada persona tiene su propia historia de magia y bondad. La voz suave y melodiosa continuó susurrando en el viento, recordándoles que la verdadera magia radica en el amor y la amistad. Y así, el parque se llenó de risas y sueños, tejiendo un mundo donde la magia de las hadas recordaba a todos la belleza que reside en sus corazones.
FIN.