El Secreto de los Dulces del Bosque

Había una vez en un pequeño rancho en el campo, una niña llamada Ana, que adoraba explorar el bosque que se extendía detrás de su casa.

Un día, mientras paseaba entre los árboles, descubrió un sendero escondido que la llevó a un hermoso claro donde crecían arbustos de dulces frutas. Ana se maravilló al descubrir este mágico lugar y decidió explorarlo.

Mientras recogía algunas frutas, conoció a un amigable duende llamado Pancho, quien le explicó que aquel era un bosque encantado, donde florecían los frutos del amor. -Hola, Ana -dijo Pancho con una sonrisa-. Estos dulces que encuentras aquí son especiales, están llenos de amor. Pero su secreto es que solo aquellos con corazón puro pueden cosecharlos.

Ana quedó sorprendida por la revelación de Pancho y decidió llevar algunos dulces de regreso al rancho para compartir con su familia. A medida que compartían los dulces, todos experimentaron una sensación cálida y reconfortante.

Ana comprendió entonces que el verdadero amor era el ingrediente secreto que hacía que los dulces del bosque fueran tan especiales.

A partir de ese día, Ana visitaba regularmente el bosque encantado, cosechando los dulces del amor y compartiéndolos con todos los que conocía, esparciendo alegría y cariño por donde iba.