El secreto de Marcelo en Villa Sombra



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Sombra, un niño llamado Marcelo. Marcelo siempre había sentido curiosidad por el mundo misterioso que lo rodeaba.

Un día, mientras paseaba por el bosque cerca de su casa, encontró a Eddie, un anciano sabio que se dedicaba a leer las cartas del tarot. "Hola Marcelo, veo que tienes sed de conocimiento y aventura", dijo Eddie con una sonrisa amable.

Marcelo quedó sorprendido al ver a Eddie y le preguntó si podía leerle las cartas del tarot para saber más sobre su futuro. Eddie aceptó y comenzó a desplegar las cartas mágicas sobre una mesa improvisada en medio del bosque.

"Mira Marcelo, estas cartas te muestran un camino lleno de desafíos pero también de grandes recompensas si confías en ti mismo y sigues tu corazón", explicó Eddie mientras señalaba las cartas que representaban sombras misteriosas y destellos brillantes.

Marcelo escuchaba atentamente cada palabra de Eddie, emocionado por la aventura que le esperaba. Sin embargo, esa noche algo extraño sucedió. Marcelo se despertó en medio de la noche con una sensación de opresión en el pecho y no podía moverse.

Había caído en parálisis del sueño y todo a su alrededor parecía envuelto en sombras amenazantes. De repente, apareció frente a él una figura oscura que intentaba llevarlo a un mundo extraño y desconocido.

Marcelo recordó las palabras de Eddie sobre confiar en sí mismo y siguiendo su corazón. Con todas sus fuerzas, logró liberarse de la parálisis del sueño e hizo frente a la figura oscura con valentía. "¡No me asustarás! ¡Soy más fuerte de lo que crees!", exclamó Marcelo con determinación.

La figura oscura se desvaneció ante sus palabras poderosas y Marcelo se encontró nuevamente en su habitación, sintiéndose victorioso. Al día siguiente, regresó al bosque donde había conocido a Eddie para contarle lo ocurrido.

Eddie sonrió orgulloso al escuchar la valentía de Marcelo e hizo hincapié en la importancia de creer en uno mismo incluso frente a los desafíos más grandes.

Desde ese día, Marcelo supo que no importa cuán oscuro sea el camino o cuántas sombras aparezcan en su camino, siempre tendría la fuerza interior para enfrentar cualquier adversidad con coraje y determinación.

Y así continuó explorando el mundo misterioso que lo rodeaba, sabiendo que dentro de él residía una luz aún más brillante capaz de iluminar incluso los rincones más oscuros del universo.

FIN.

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