El Secreto de Margarita

Había una vez en un hermoso jardín, una mariposa revoltosa llamada Margarita. A diferencia de las demás mariposas que revoloteaban con alas llenas de colores brillantes, Margarita tenía unas alas blancas y aburridas.

Un día, mientras observaba a sus amigas mariposas jugar y volar por el jardín, Margarita suspiró con tristeza. Quería ser tan colorida como ellas, pero no sabía cómo lograrlo.

Decidida a encontrar una solución, Margarita se acercó al sabio búho del bosque y le preguntó:"-Señor Búho, ¿cómo puedo agregar colores a mis alas para ser más hermosa como mis amigas?"El búho sonrió con ternura y le respondió:"-Querida Margarita, la belleza no está solo en los colores externos.

La verdadera belleza proviene de tu interior. Pero si realmente deseas añadir colores a tus alas, debes emprender un viaje hacia el Valle de las Flores Mágicas.

"Emocionada por la idea de encontrar las Flores Mágicas que podían pintar sus alas, Margarita partió hacia el Valle sin dudarlo. Durante su viaje, se encontró con diversos animales del bosque que la ayudaron y le enseñaron valiosas lecciones sobre la importancia de la paciencia, la amistad y la autoaceptación.

Finalmente llegó al Valle de las Flores Mágicas, donde descubrió unas flores resplandecientes que emitían destellos de luz multicolores. Con cuidado, Margarita posó sus alas sobre las flores y dejó que los brillantes pigmentos mágicos las tiñeran con tonalidades vibrantes.

Al instante, sus alas adquirieron un espectro de colores nunca antes vistos en el jardín. Maravilladas por su transformación, todas las criaturas del bosque se reunieron para admirarla. "-¡Margarita! ¡Tus alas son increíbles!", exclamaron asombradas sus amigas mariposas.

Margarita sonrió radiante y les dijo:"-Gracias a todos ustedes y a este maravilloso viaje he aprendido que la verdadera belleza radica en aceptarnos tal como somos. Ahora sé que soy única y especial con mis propios colores.

"Desde ese día en adelante, Margarita siguió siendo conocida como "La Mariposa Colorida" no solo por el arcoíris en sus alas sino también por su corazón luminoso lleno de amor y gratitud hacia sí misma y los demás.

Y así vivió feliz para siempre en el colorido jardín donde había descubierto el verdadero significado de la belleza interior.