El Secreto de Samantha




Había una vez tres hermanas llamadas Samantha, Abril y Alana. Un día, al regresar de la escuela, Alana decidió acostarse para descansar, Abril se metió a bañar y Samantha se sentó en su escritorio con una mirada pensativa.

Samantha pensó en cómo ayudar a su familia. Su padre había perdido su trabajo recientemente y su madre estaba preocupada por no poder pagar las cuentas. Decidió hablar con sus hermanas y les propuso la idea de ayudar a la familia trabajando juntas. Las gemelas, emocionadas, aceptaron la propuesta de su hermana mayor.

Samantha los llevó a la cocina, donde les enseñó a hornear deliciosas galletas. Juntas, prepararon una gran cantidad de galletas para vender. Samantha elaboró un plan para vender las galletas y así poder ayudar con el dinero que ganaran.

Al día siguiente, las tres hermanas montaron un puesto de venta en un parque cercano. Samantha se encargó de hacer publicidad, Abril de atender a los clientes y Alana de manejar el dinero. La noticia de las deliciosas galletas se corrió rápidamente, y las galletas se agotaron en cuestión de horas. Las hermanas estaban emocionadas con el éxito de su emprendimiento.

Con el dinero recaudado, pudieron apoyar a su familia para pagar algunas cuentas. Samantha explicó a sus hermanas que, con esfuerzo y trabajo en equipo, podían superar cualquier dificultad. Además, les enseñó la importancia de ayudar a los demás.

Desde ese día, las hermanas continuaron horneando galletas y vendiéndolas en su puesto. Con el tiempo, lograron estabilizar la situación económica de su familia. Y lo más importante, construyeron una relación más fuerte que nunca, basada en el amor, la solidaridad y el esfuerzo conjunto.

FIN.

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