El secreto de Samantha y Tomás



En un pequeño pueblo lleno de campos de flores y arbolitos, vivían dos niños llamados Tomás y Samantha. Eran grandes amigos, pero había un secreto entre ellos que nunca se atrevían a compartir: ambos sentían algo más que amistad, aunque sabían que era un amor imposible. Samantha era hermosa, siempre con un libro en la mano, mientras que Tomás era un soñador que pasaba horas dibujando sus ilusiones.

Un día, mientras paseaban por el campo, Samantha dijo: "Tomás, ¿alguna vez pensaste en ser astronauta? Me encantaría viajar a las estrellas."

"Claro, pero me parece un sueño muy lejano. ¿Vos no creés que es un imposible?" respondió Tomás, mirando fijamente a los ojos de su amiga.

"No, porque los imposibles son solo sueños que aún no se han cumplido. Podemos lograr lo que nos propongamos."

Inspirados por sus propias palabras, ambos decidieron crear un proyecto que los hiciera sentir más cerca de sus sueños. Se proponen construir un cohete con materiales reciclados para hacer una aventura espacial en su patio trasero.

Con alegría, comenzaron a reunir cajas de cartón, botellas de plástico y pinturas de colores. Mientras trabajaban, Tomás no podía evitar sentirse más enamorado de Samantha, pero sabía que lo que estaban haciendo era una simple forma de soñar juntos. Un día, mientras pintaban estrellas en su cohete, Samantha le confesó"Tomás, a veces pienso que lo que siento por vos es más que amistad."

El corazón de Tomás dio un salto. "Yo también, pero... ¿no lo ves? Somos solo niños. No podemos sentir esas cosas aún."

"Pero si es un sentimiento real, ¿por qué no lo expresamos?" cuestionó Samantha, con los ojos brillantes.

Tomás estaba confundido. Entonces, decidieron hacer un trato: cada vez que terminaran de trabajar en el cohete, se contarían un secreto que ni siquiera ellos conocían. Así, en cada encuentro se desnudaban de sus miedos, compartiendo sus anhelos y deseos. Con el tiempo, se dieron cuenta de que a pesar de sentirse atraídos el uno por el otro, había un amor más profundo en su amistad. Para Tomás, el amor no solo era estar juntos, sino también apoyarse mutuamente y ser felices.

Llegó el día en que el cohete estuvo listo. Todos los niños del barrio fueron invitados a la gran inauguración de su "nave espacial".

"¡Miren, amigos, nuestro cohete es capaz de llevarnos a las estrellas!" exclamó Samantha mientras todos aplaudían.

Tomás, con una sonrisa, agregó: "Y en este viaje nos llevaremos nuestros sueños y nuestra amistad. Eso es lo más importante."

Entonces, mientras todos hacían una fila para subir, Tomás y Samantha se miraron y sonrieron, entendiendo que aunque el amor de adultos no era lo que tenían en aquel momento, su amistad era un tesoro invaluable. Al final de la jornada, sentado en el pasto, Tomás le dijo"A veces, los corazones no siempre eligen bien. Pero lo importante es que siempre podemos soñar juntos."

Samantha asintió, "Sí, y los sueños son más bonitos cuando los compartimos."

Desde ese día, su amor creció, pero no en un sentido romántico, sino como un cariño profundo y sincero. Samantha y Tomás se convirtieron en un gran equipo, enfrentando juntos cada aventura que la vida les traía. Y así, aprendieron que el amor puede tomar muchas formas: la de la amistad, la de los sueños compartidos, y sobre todo, la de respetar los tiempos de cada uno.

Años más tarde, mientras el viento soplaba suavemente, ambos se miraron y entendieron que aunque sus caminos pudieran separarse, el amor que compartieron durante su infancia siempre viviría en sus corazones."

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!