El secreto de Tronchatoro


En un colegio muy especial, la clase de 3D era famosa por ser la más ruidosa y alegre. Los alumnos eran tan expresivos que habían apodado a su maestra, la estricta Sra. García, como Tronchatoro. La Sra. García era muy exigente, pero también justa y cariñosa. Aunque a veces parecía seria, siempre disfrutaba de las travesuras de sus alumnos.

Un día, los chicos decidieron hacer algo especial para Tronchatoro. Querían descubrir cuál era su secreto para ser tan seria pero a la vez tan cariñosa. Así que, entre risas y aplausos, planearon una sorpresa. Durante la clase, cada uno de los alumnos expresó una emoción: unos gritaron, otros rieron, y algunos aplaudieron. Tronchatoro miró a sus alumnos con curiosidad, pero su rostro serio no cambió.

- ¿Por qué son tan ruidosos hoy? – preguntó la maestra.

Los chicos sonrieron y le dijeron a Tronchatoro que querían hacerla reír, pues creían que detrás de su seriedad había un gran secreto.

- Mi secreto, chicos, es que la seriedad no significa que no pueda disfrutar y reír con ustedes – dijo Tronchatoro con una sonrisa.

Los alumnos se miraron sorprendidos. No podían creer que Tronchatoro también disfrutara de las travesuras. A partir de ese día, la clase de 3D se volvió aún más alegre. Descubrieron que la seriedad de Tronchatoro escondía un corazón cálido y divertido. Los alumnos aprendieron que cada persona tiene su forma especial de ser, y que detrás de una apariencia seria puede esconderse una gran alegría.

Tronchatoro continuó siendo exigente, pero ahora los chicos entendían que eso era parte de su forma de mostrar cariño. La clase de 3D se convirtió en un lugar donde la seriedad y la diversión se complementaban perfectamente, y todos aprendieron a valorar y respetar las diferentes formas de ser de cada persona. Y así, Tronchatoro y sus alumnos vivieron muchas aventuras educativas y divertidas juntos, siempre recordando que nunca se debe juzgar a alguien por su apariencia, porque detrás de cada rostro hay un mundo lleno de sorpresas y alegría.

Dirección del Cuentito copiada!