El Secreto de Villa Alegre



Había una vez en un pequeño pueblo llamado Villa Alegre, donde vivían Mamá Gallina y sus pollitos. Mamá Gallina siempre estaba ocupada cuidando a sus pollitos, pero notaba que Luciano, el gallo del corral vecino, le gustaba mucho.

Un día, mientras Mamá Gallina estaba ocupada buscando alimento para sus pollitos, Luciano se acercó a ella con una sonrisa en el pico. "Hola Mamá Gallina, ¿cómo estás hoy?", dijo Luciano con entusiasmo.

"¡Hola Luciano! Estoy bien, gracias por preguntar", respondió Mamá Gallina un poco nerviosa. Luciano notó la preocupación en los ojos de Mamá Gallina y le preguntó qué le pasaba.

Mamá Gallina confesó que le daba miedo que si le decía algo lindo a Luciano, él se fuera con el papá de Chicken, uno de los pollitos más traviesos del corral. "No te preocupes Mamá Gallina, yo solo quiero ser tu amigo y ayudarte en lo que necesites", aseguró Luciano con sinceridad.

Mamá Gallina se sintió aliviada al escuchar las palabras amables de Luciano. De repente, algo extraño sucedió: ambos fueron transportados a un lugar mágico lleno de colores brillantes y criaturas sorprendentes.

Se encontraron con el amor de la tía Margarita, la gallina más sabia y cariñosa de toda la región. "¡Bienvenidos queridos amigos! En este lugar especial podrán encontrar respuestas a sus temores y fortalecer su amistad", dijo la tía Margarita con una voz dulce.

Mamá Gallina y Luciano aprendieron muchas cosas juntos en ese mundo mágico. Descubrieron que no hay nada malo en expresar sus sentimientos y que la verdadera amistad puede superar cualquier obstáculo. Se dieron cuenta de que el amor no tiene límites ni fronteras.

De regreso al corral, Mamá Gallina miró a Luciano con gratitud y cariño. Ya no sentía miedo ni inseguridad; ahora sabía que podía contar con su amigo para todo lo que necesitara.

Y así, juntos siguieron cuidando a los pollitos y compartiendo momentos llenos de alegría y compañerismo. Desde ese día, la amistad entre Mamá Gallina y Luciano se volvió aún más fuerte e indestructible.

Y cada vez que recordaban su aventura en el mundo mágico junto a la tía Margarita, sonreían sabiendo que el amor verdadero siempre prevalece. Y colorín colorado, este cuento ha terminado. Que enseñanza has sacado, de esta historia has disfrutado. Fin

FIN.

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