El secreto del algodón



En un hermoso campo verde, vivían dos amiguitos muy curiosos llamados Lola y Pedro. Un día, mientras jugaban a la orilla de un río, vieron una planta muy especial que nunca habían visto antes.

- ¡Mira Pedro, qué planta tan bonita! - exclamó Lola señalando la planta de algodón que brillaba con el sol de la tarde. - ¿Qué será eso? Parece como bolitas blancas suaves - dijo Pedro acercándose para tocarlas.

Los niños se acercaron a la planta y descubrieron que esas bolitas blancas eran en realidad algodón. No podían creer lo suave y liviano que era al tacto. - ¡Es increíble! ¿Para qué servirá esta planta tan especial? - preguntó Lola con gran curiosidad.

De repente, apareció una hada del bosque llamada Estrellita, quien les contó sobre la importancia del algodón y todo lo que se puede obtener de él. - El algodón es muy valioso porque con él podemos hacer muchas cosas útiles.

Por ejemplo, ropa suave como tus pijamas o camisetas, almohadas mullidas para dormir cómodos y hasta pañales para los bebés - explicó Estrellita sonriente. Los niños estaban maravillados por todo lo que podían obtener de esa planta mágica.

Decidieron investigar más sobre el algodón y aprender cómo se cultivaba y procesaba para convertirse en todas esas cosas útiles.

Durante días, Lola y Pedro visitaron campos de algodón donde vieron cómo crecía la planta blanca y esponjosa bajo el cuidado de los agricultores. También conocieron las máquinas especiales que separaban las semillas del algodón para luego hilárselo y convertirlo en hilos listos para tejer.

Lola y Pedro aprendieron tanto sobre el algodón que decidieron crear ellos mismos algo especial con este material. Así que juntos tejieron una pequeña bolsita llena de flores perfumadas usando hilos de algodón blanco.

La bolsita quedó tan linda y suave que decidieron regalarla a Estrellita como muestra de agradecimiento por enseñarles tantas cosas maravillosas sobre el algodón. Estrellita recibió emocionada el regalo hecho por los niños y les dijo:- ¡Qué hermoso detalle! Gracias por recordar siempre la importancia de valorar las maravillas naturales como el algodoncito.

Ustedes han aprendido mucho hoy y seguro serán grandes defensores del medio ambiente también. Lola y Pedro sonrieron felices al escuchar las palabras de Estrellita sabiendo que habían descubierto un tesoro en esa humilde plantita blanca: la magia del algodón.

Y así, entre risas y abrazos, los tres amigos disfrutaron juntos viendo caer el sol en aquel bello campo verde donde comenzó toda esta aventura llena de aprendizajes e inspiración.

Moraleja: El respeto por la naturaleza nos permite descubrir tesoros invaluables como la planta de algodoncito; debemos cuidarla siempre para seguir disfrutando sus beneficios infinitos.

FIN.

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