El secreto del árbol de la ikastola


En la pequeña ikastola del pueblo, había un árbol muy especial. Era un hermoso ejemplar de roble que se alzaba majestuoso en el patio de la escuela. Nadie sabía que este árbol escondía un maravilloso secreto.

Un día, una neska llamada Isabel, junto a su fiel compañero, un txakurra travieso de nombre Roco, descubrieron algo insólito. Mientras jugaban alrededor del árbol, vieron que una de sus ramas parecía brillar con una luz misteriosa. -¿Qué es eso, Roco? -preguntó Isabel sorprendida.

-¡No sé, pero parece que el árbol nos está llamando! -respondió Roco, moviendo la cola emocionado. Juntos, decidieron explorar el enigma y treparon con cuidado hasta la rama resplandeciente.

Al tocarla, de repente fueron envueltos en un destello mágico y transportados a un reino encantado dentro del árbol.

Allí encontraron a la propia madre naturaleza, quien les contó que el roble era un guardián de la sabiduría ancestral y que había elegido a Isabel y Roco para ser sus mensajeros en el mundo humano. Les encomendó la misión de transmitir a sus compañeros de la ikastola la importancia de cuidar la naturaleza, respetar a los animales y mantener viva la magia del mundo natural.

Emocionados, Isabel y Roco aceptaron la responsabilidad y regresaron al mundo real. A partir de ese día, se convirtieron en defensores del medio ambiente, inspirando a sus compañeros a reciclar, plantar árboles y cuidar a los animales.

La ikastola se transformó en un lugar donde florecía el amor por la naturaleza, gracias al maravilloso secreto del árbol.

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