El Secreto del Árbol de los Deseos



Había una vez en un lejano pueblo llamado Arcoiris, una niña llamada Ivanna. Ivanna era una niña muy especial, ya que tenía la capacidad de ver el mundo de una manera única.

Para ella, cada persona, animal o planta irradiaba colores brillantes y energía positiva. Un día, mientras paseaba por el bosque encantado que rodeaba su casa, Ivanna se encontró con una mariposa muy peculiar.

Esta mariposa no solo brillaba con todos los colores del arcoíris, sino que también tenía un ojo en cada ala que parecía observarlo todo a su alrededor. Ivanna quedó fascinada por la maravillosa criatura y decidió seguirla a través del bosque.

La mariposa la guió hasta llegar a un claro donde había un árbol gigante con raíces tan profundas como el océano y ramas que se perdían en las nubes. "¿Qué lugar es este?" -preguntó Ivanna asombrada.

"Este es el Árbol de los Deseos", respondió la mariposa con una voz melodiosa. "¿Y qué debo hacer aquí?" -inquirió la curiosa niña.

"Debes cerrar los ojos, pedir un deseo desde lo más profundo de tu corazón y luego tocar la corteza del árbol con tus manos" -explicó la mariposa. Sin dudarlo, Ivanna siguió las instrucciones al pie de la letra. Cerró los ojos y pensó en algo realmente importante para ella. Luego extendió sus manos y tocó suavemente el árbol.

En ese momento, una luz cegadora envolvió todo el lugar y cuando Ivanna abrió los ojos, se dio cuenta de que algo extraordinario acababa de suceder.

El Árbol de los Deseos le había concedido a Ivanna el poder de materializar sus pensamientos positivos a través del brillo multicolor que irradiaban sus manos. Ahora podía crear belleza y alegría dondequiera que fuera con tan solo desearlo desde lo más puro de su ser.

Emocionada por su nuevo don, Ivanna decidió utilizarlo para ayudar a los demás. Con sus manos mágicas creaba jardines llenos de flores vibrantes para alegrar a los tristes, dibujaba arcoíris en el cielo en días nublados para dar esperanza a los desanimados y sanaba corazones heridos con su amor incondicional.

Poco a poco, la fama de Ivanna amor mariposa ojo universo se extendió por todo el reino y personas de todas partes venían a conocerla y recibir un poco de su magia sanadora.

Pero lo más increíble fue ver cómo aquellos que habían sido tocados por sus manos mágicas comenzaban también a irradiar luz y color allá donde iban.

Así fue como Ivanna comprendió que todos tenemos dentro nuestro el poder de cambiar el mundo si aprendemos a verlo con amor verdadero y lo compartimos desinteresadamente con quienes nos rodean. Y colorín colorado, este cuento lleno de magia y enseñanzas ha terminado.

FIN.

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