El secreto del arcoíris



En un pequeño pueblo llamado Colores, vivía una niña llamada Valentina. Ella era muy curiosa y le encantaba explorar. Un día, mientras caminaba por el bosque, Valentina notó que el cielo se oscurecía. Rápidamente, las nubes comenzaron a moverse, y un fuerte viento soplaba entre los árboles.

"¡Oh no! Parece que se viene una tormenta!" - exclamó Valentina, buscando refugio bajo un gran roble.

Mientras esperaba a que pasara la lluvia, vio cómo las gotas empezaban a golpear el suelo. Con cada impacto, el sol salía tímidamente entre las nubes.

"¿Qué pasará si la lluvia y el sol se encuentran?" - se preguntó Valentina.

De repente, la lluvia comenzó a cesar, y una luz brillante apareció en el horizonte. Valentina salió de su refugio y, ¡oh sorpresa! , un hermoso arcoíris se extendía por el cielo.

"¡Es realmente mágico!" - dijo Valentina, maravillada. "Pero, ¿cómo se hace un arcoíris?"

Decidida a descubrir el secreto, comenzó a hablar con todos los animales del bosque.

Primero se encontró con un sabio búho.

"¿Búho, sabes cómo se forma un arcoíris?" - preguntó Valentina.

"Claro, pequeña. El arcoíris se forma cuando la luz del sol se encuentra con las gotas de agua. La luz se dobla y se divide en los colores que vemos. ¡Es como un truco de magia de la naturaleza!"

Valentina se sintió emocionada, pero quería ver cómo lo hacía. Continuó su búsqueda.

Más adelante, se encontró con una simpática rana.

"¡Rana, tú que sabes saltar alto! ¿Puedes ayudarme a ver el arcoíris más de cerca?" - le pidió.

"¡Por supuesto! Puedo saltar, pero también sé que el arcoíris no se puede tocar. Sin embargo, ¡podemos intentar acercarnos hasta la cima de la colina!" - respondió la rana salpicando alegremente.

Juntas, Valentina y la rana emprendieron el camino hacia la colina. Mientras subían, Valentina seguía mirando el arcoíris, que parecía desvanecerse a medida que se acercaban.

"¿Por qué se está yendo?" - preguntó Valentina, preocupada.

"Porque solo aparece donde hay agua y sol. ¡Pero mira! Vamos a buscar un lugar con más luz y gotas de agua para verlo mejor!" - sugirió la rana.

Finalmente, llegaron a un claro donde caía un rayo de sol a través de un pequeño arroyo.

"¡Mira!" - gritó Valentina.

Cuando el sol brilló sobre las gotas de agua, el arcoíris volvió a aparecer, ¡más brillante que nunca!"¡Qué hermoso!" - dijo Valentina, llena de alegría.

"Así es, Valentina. Pero no olvides, ¡no solo necesitamos sol y agua! También se necesita un poco de curiosidad y ganas de explorar para poder verlo."

Valentina sonrió al darse cuenta del verdadero secreto del arcoíris: la magia de la naturaleza y su deseo de aprender y descubrir.

Desde ese día, cada vez que veía un arcoíris, recordaba su aventura con la rana y el sabio búho, y cómo lo habían hecho posible con su curiosidad y amistad.

Cada vez que la lluvia caía y los rayos del sol brillaban, Valentina sabía que algo hermoso estaba a punto de aparecer en el cielo. Y en su corazón, un arcoíris de colores siempre iluminaba sus días.

FIN.

Dirección del Cuentito copiada!