El secreto del bosque



Había una vez en un bosque hermoso, con un sol asombroso y brillante, donde vivían muchos animales felices. Entre ellos se encontraban el conejo Lucas, la ardilla Sofía y el búho Mateo.

Un día, mientras jugaban cerca del río, escucharon una voz misteriosa que los llamaba desde lo profundo del bosque. Curiosos y emocionados, decidieron seguir el sonido para descubrir quién estaba allí. Caminaron durante un buen rato hasta llegar a un claro en medio del bosque.

Allí encontraron a un viejo sabio sentado sobre una gran roca. Tenía barba blanca como la nieve y ojos llenos de sabiduría. - ¡Bienvenidos, pequeños amigos! -dijo el sabio con una sonrisa-.

Mi nombre es Don Pedro y estoy aquí para enseñarles algo muy importante: los mandamientos de la vida en este bosque.

Los animales se acercaron con entusiasmo alrededor de Don Pedro y preguntaron:- ¿Qué son los mandamientos? - Los mandamientos son reglas o consejos que nos ayudan a vivir en armonía con nosotros mismos y con los demás -explicó Don Pedro-. En este bosque hermoso tenemos nuestros propios mandamientos para mantener la paz y la felicidad entre todos nosotros.

Lucas levantó su patita rápidamente:- ¡Yo quiero saber cuáles son esos mandamientos! Don Pedro asintió y comenzó a enumerarlos:- El primer mandamiento es "Amarás y respetarás a todos los seres vivos del bosque".

Esto significa que debemos tratar a los demás animales con bondad y consideración, sin hacerles daño. Sofía levantó su cola emocionada:- ¡Eso es genial! ¿Cuál es el siguiente mandamiento? Don Pedro continuó:- El segundo mandamiento es "Cuidarás y protegerás nuestro hogar, el bosque".

Esto significa que debemos ser responsables con el medio ambiente, reagarrar la basura y no causar daño a la naturaleza que nos rodea.

Mateo movió sus alas impaciente:- ¡Quiero saber más! ¿Cuáles son los otros mandamientos? Don Pedro sonrió y dijo:- El tercer mandamiento es "Serás honesto y no robarás". Esto significa que debemos ser sinceros en nuestras palabras y acciones, respetando las pertenencias de los demás. Los animales asintieron con entendimiento. - El cuarto mandamiento es "Ayudarás a los demás cuando lo necesiten".

Esto significa que debemos estar dispuestos a tender una pata amiga cuando alguien lo necesita. Lucas se sintió emocionado por todos estos consejos tan valiosos. - Don Pedro, gracias por enseñarnos estos maravillosos mandamientos.

Prometemos seguirlos para vivir en armonía en este bosque hermoso -dijo Lucas con gratitud. El sabio asintió complacido y les dio una última instrucción:- Recuerden siempre honrar estos mandamientos en su corazón.

Así podrán disfrutar de la felicidad duradera y la paz en este bosque hermoso. Los animales se despidieron del sabio sabiendo que habían aprendido algo muy importante ese día. Desde entonces, siguieron los mandamientos con alegría y se convirtieron en ejemplos de bondad y respeto para todos los demás animales del bosque.

Y así, en ese bosque hermoso, con un sol asombroso y brillante, reinó la armonía gracias a la enseñanza de esos valiosos mandamientos.

FIN.

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