El secreto del bosque serpenteante



En un soleado día de primavera, los niños de 1ºB del Colegio Jesús de Perceval estaban emocionados por su excursión al campo.

Reda, Israe, Amina, Hajar, Marieme, Maroua, Laila, Youssef, Zakaria, Farah, Adam, Ismail y Sara estaban listos para disfrutar de un día al aire libre. Al llegar al pueblo del Ejido decidieron comprar patatas fritas para compartir entre todos.

Mientras caminaban por las calles con sus bolsas de papas fritas crujientes en la mano, notaron un sendero que los llevaba a un pequeño bosque cercano. Intrigados por la aventura que les esperaba allí decidieron adentrarse en él. - ¡Miren chicos! ¡Un nido! - exclamó Maroua señalando hacia unas rocas cubiertas de hojas secas.

Los niños se acercaron con cautela y descubrieron que no era cualquier nido; ¡era un nido de serpientes! - ¿Qué hacemos ahora? - preguntó nerviosa Amina. - No podemos quedarnos aquí.

Debemos avisar a alguien para que nos ayude - dijo Reda con voz firme. Decidieron regresar al pueblo en busca de ayuda pero al intentar retroceder se dieron cuenta de que habían perdido el camino. Estaban perdidos en medio del bosque y el sol comenzaba a ocultarse en el horizonte.

- ¡Tranquilos chicos! Vamos a mantener la calma y pensar juntos cómo salir de esta situación - propuso Zakaria tratando de tranquilizar a sus compañeros.

Trabajando en equipo lograron recordar algunos consejos que habían aprendido en clase sobre orientación básica en la naturaleza. Utilizando el sol como guía lograron encontrar el camino de regreso al pueblo justo antes de que anocheciera por completo.

Una vez seguros y a salvo decidieron contarle a los adultos sobre el nido de serpientes para evitar cualquier peligro futuro. Los lugareños tomaron medidas para asegurarse de que nadie resultara herido cerca del lugar donde encontraron las serpientes.

Al final del día, los niños regresaron al colegio con una historia emocionante para contarle a sus amigos y maestros. Aprendieron sobre la importancia de mantener la calma en situaciones difíciles y trabajar juntos para encontrar soluciones.

Además comprendieron la importancia de respetar la naturaleza y seguir las indicaciones adecuadas cuando se encuentran animales salvajes. Desde ese día, Reda, Israe, Amina, Hajar, Marieme, Maroua, Laila, Youssef, Zakaria, Farah, Adam, Ismail y Sara se convirtieron en héroes entre sus compañeros demostrando valentía y trabajo en equipo ante cualquier desafío inesperado que pudiera cruzarse en su camino.

FIN.

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