El Secreto del Bosque Susurrante



En un hermoso y frondoso bosque, vivían diferentes animales: un zorro ingenioso llamado Rocco, una tortuga sabia llamada Tuli, una ardilla inquieta llamada Lila y un búho misterioso llamado Don Sabio. La tranquilidad del bosque se interrumpía cada noche por un susurro que parecía venir de lo profundo del bosque. Los animales estaban intrigados y asustados al mismo tiempo.

Una noche, Rocco reunió a sus amigos.

"Chicos, no puedo dormir con ese misterioso susurro. ¡Debemos averiguar qué es!"

"Pero Rocco, ¿qué pasa si es un monstruo?" preguntó Lila, mientras movía su cola nerviosa.

"No podemos vivir con miedo. Juntos somos más fuertes. ¡Vamos a investigar!" dijo Rocco, lleno de determinación.

Tuli, con su calma habitual, propuso:

"Hagamos un plan. Primero, necesitamos recolectar pistas. Cada uno de nosotros puede buscar en su parte del bosque."

Así que se dividieron en grupos: Rocco y Lila se adentraron en el bosque espeso, mientras que Tuli y Don Sabio se dirigieron hacia el claro donde crecía un viejo roble.

Después de varias horas, se reunieron nuevamente.

"No encontré nada extraño, solo algunas hojas caídas", dijo Lila decepcionada.

"Yo encontré footprints y un eco raro, pero no me atreví a seguirlo muy lejos", comentó Rocco.

"Vi a varios pájaros cantar alrededor de ese roble“, dijo Tuli.

"Los pájaros son mensajeros del bosque. Tal vez ellos sepan lo que está pasando", agregó Don Sabio.

Decidieron hacer una pequeña reunión con los pájaros. Así que invitaron a los pajarillos a una asamblea en el claro.

"Queridos amigos alados, hemos escuchado un susurro misterioso cada noche. ¿Saben qué es?" preguntó Tuli.

"Es el viento que habla con nosotros, pero sólo los que tienen buena escucha pueden entender sus palabras" dijo un jilguero, moviendo su cabeza con curiosidad.

Los animales se miraron entre sí, sintiendo un poco de alivio.

"Entonces no es un monstruo", dijo Lila sonriendo.

"¡Pero debemos aprender a escuchar mejor!" exclamó Rocco.

"Sí, el bosque está vivo y tiene historias que contarnos. Debemos aprender el lenguaje del bosque", dijo Don Sabio con su tono sabio.

Decidieron que cada día practicarían la escucha atenta. Se sentaron en círculo y cada uno compartía lo que había escuchado en su parte del bosque.

Con el paso de los días, los amigos comenzaron a notar otros pequeños y grandes secretos del bosque: el murmullo de un arroyo, el canto de las ranas, el crujido de las ramas al caer la tarde. Se dieron cuenta de que el misterio ya no era susurro, sino el hermoso canto de la naturaleza.

Una tarde, mientras se sentaban bajo el roble, Rocco se dio cuenta de algo sorprendente:

"Chicos, el marco del susurro siempre se da al ocaso, cuando el sol se oculta. Es nuestra oportunidad de escuchar con el corazón. ¡Es el viento cantando para nosotros!"

"¡Y no solo eso, el viento también contiene lo que pasa en el bosque!" agregó Tuli.

Los animales celebraron su nuevo descubrimiento. Gracias a su curiosidad y trabajo en equipo, aprendieron a apreciar no solo el susurro del viento, sino también la belleza de su bosque.

"La naturaleza tiene tanto que contarnos. ¡Nos volveremos sus mejores amigos!" dijo Lila emocionada.

"Y nos aseguraremos de cuidar y proteger este maravilloso lugar!" finalizó Rocco decidido.

Desde aquel día, el bosque nunca volvió a ser el mismo para ellos. Con cada crepúsculo, escuchaban el canto del viento con alegría, sintiendo que eran parte de un hermoso secreto. Y así, el susurro dejó de ser un misterio y se convirtió en una melodía de amistad y conexión con la naturaleza. Los animales aprendieron que, a veces, el verdadero misterio se revela cuando nos tomamos el tiempo para escuchar and observar el mundo que nos rodea.

FIN.

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