El secreto del cuchillo rojo



Había una vez en un pequeño pueblo en las afueras de la ciudad, vivían dos hermanos llamados María y José. María era una niña muy curiosa y aventurera, mientras que José era más tímido y tranquilo.

Un día, mientras jugaban en el jardín de su casa, encontraron un misterioso cuchillo rojo enterrado en la tierra. María, emocionada por el hallazgo, decidió llevar el cuchillo a casa para mostrarle a sus padres.

Sin embargo, al intentar sacarlo de la tierra, se cortó un dedo con él. Asustada por la herida, José corrió a buscar una lapicera para escribir una nota pidiendo ayuda.

Al ver que María estaba lastimada, sus padres decidieron llevarla al hospital del pueblo para que le curaran la herida. Mientras tanto, José se quedó en casa cuidando a su perro Tommy y viendo televisión.

En el hospital, María fue atendida por un amable oficial de policía que también estaba allí por un pequeño accidente que tuvo con su auto. El oficial le regaló a María un caramelo para hacerla sentir mejor.

Después de curar la herida de María, los médicos les explicaron a los padres de los niños lo peligroso que puede ser jugar con objetos filosos como un cuchillo. Agradecidos por la atención recibida, decidieron regresar a casa. De vuelta en su hogar, María y José reflexionaron sobre lo ocurrido ese día y prometieron ser más cuidadosos en el futuro.

Decidieron subir juntos a lo alto de una montaña cercana para disfrutar del paisaje y recordar siempre la importancia de mantenerse seguros.

Mientras subían la montaña tomados de la mano, vieron pasar un avión en el cielo y sintieron mariposas en el estómago al imaginar todas las aventuras que podrían vivir juntos. Desde ese día Maria y Jose aprendieron que aunque las aventuras son emocionantes es importante tomar precauciones para evitar accidentes innecesarios; siempre vale más prevenir que lamentar.

Y así continuaron creciendo juntos como grandes amigos explorando nuevos horizontes llenos de sueños e ilusiones.

FIN.

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