El secreto del duende de la selva
En lo más profundo de la selva peruana, vivía un poblador llamado Miguel. Todos los días, Miguel recorría el denso bosque en busca de frutas y hierbas para su comunidad.
Un día, mientras caminaba, escuchó risas traviesas que venían de un claro en el bosque. Al acercarse, se encontró con Ema, una joven tan bella como el amanecer, que resultó ser el duende de la selva.
Ema le contó a Miguel que su clan necesitaba ayuda para salvar un árbol ancestral que estaba enfermo. Miguel, conmovido por la historia de Ema, decidió ayudarla junto a su enamorada, María. Juntos emprendieron un viaje lleno de desafíos y aventuras. En su travesía, enfrentaron peligros como serpientes venenosas, puentes quebradizos y tormentas furiosas.
Finalmente, encontraron la medicina que necesitaba el árbol ancestral. Con valentía y determinación, lograron curarlo. Ema, agradecida, les concedió un deseo como recompensa. Miguel y María pidieron que la selva estuviera protegida para siempre.
El duende los miró con alegría y, con un chasquido de sus dedos, cumplió su deseo. Desde ese día, Miguel, María y Ema se convirtieron en guardianes de la selva, protegiendo su flora y fauna.
La amistad entre un poblador, su enamorada y un duende de la selva se convirtió en un ejemplo de la importancia de cuidar y preservar nuestro entorno natural.
FIN.