El Secreto del Jardín Prohibido
Era una vez una niña llamada Valentina, que desafiaba las reglas de su pequeño pueblo. Siempre explorando, se adentraba en el bosque, buscando aventuras. Un día, mientras caminaba, escuchó un susurro extraño proveniente de un arbusto. Intrigada, se acercó y vio una puerta antigua cubierta de hiedra. Sin pensar, decidió abrirla, sintiendo que estaba a punto de descubrir algo increíble.
Al cruzar la puerta, se encontró en un jardín mágico. Las flores brillaban, y un arroyo cantaba suavemente. "Qué lugar tan hermoso", pensó Valentina, maravillándose.
Pero pronto, un zorro de pelaje dorado apareció ante ella. "Si quieres quedarte, debes resolver un acertijo", dijo el zorro, observándola con ojos astutos. Valentina, confiando en su ingenio, respondió: "Acepto el desafío".
El zorro, sonriendo, dijo: "Escucha con atención: ¿qué tiene rostro, pero no puede hablar?" Valentina, pensando en todas sus aventuras, recordó el sol. "¡Es el sol!" exclamó, más emocionada. El zorro, sorprendido, asintió.
"Correcto. Así, el jardín permanecerá oculto para siempre", asegurando que el secreto estuviera a salvo. Sin embargo, al darse cuenta de su valentía, Valentina empezó a sentir que su vida cambiaría.
Sintiéndose inspirada, decidió compartir su historia con los demás, enseñando la importancia de enfrentarse a lo desconocido. A partir de ese día, Valentina dejó de ser solo una niña rebelde, convirtiéndose en una exploradora valiente, recordando siempre que a veces, los secretos más bellos están justo detrás de una puerta inesperada.
FIN.