El Secreto del Lago Dama



En un hermoso atardecer, Alison llegó al Lago Dama, un sitio tan mágico que parecía sacado de un cuento. Sus aguas brillaban como espejos bajo el sol amarillento, y la pequeña cabaña de madera que había cerca era el hogar de misteriosas leyendas.

Un día decidió pasar la noche allí, acompañada por su amigo, el caballero Damian, que siempre había estado dispuesto a vivir aventuras.

"¿Qué haremos esta vez?" - preguntó Alison, mientras acercaban una fogata en la orilla del lago.

"Escuchemos las historias que los ancianos del pueblo cuentan sobre este lugar. Según ellos, las noches en el Lago Dama son mágicas" - respondió Damian, mientras alimentaba el fuego.

Los dos se perdieron en sus pensamientos hasta que vieron cómo la luna comenzaba a asomarse. Decidieron que era hora de buscar a los ancianos. Caminando por el sendero, encontraron a una mujer de cabello largo y plateado, con ojos que brillaban como estrellas. Su nombre era Lúmina.

"Bienvenidos, jóvenes aventureros. He oído que buscan historias sobre este lago" - dijo Lúmina sonriendo.

Los chicos se sentaron en el suelo y escucharon atentamente a Lúmina, quien les relató sobre un vestido rojo que había pertenecido a una princesa que una vez habitó junto al lago, y sobre una sábana blanca que se decía que era un símbolo de paz. Pero había algo más oscuro en la historia.

"La princesa vivía en paz hasta que un intruso llegó con un cuchillo en su corazón. Solo un beso sincero podría romper el hechizo que había caído sobre su reino" - dijo Lúmina, mientras sus ojos reflejaban la luz de la fogata.

Alison y Damian se miraron con asombro.

"¿Podemos ayudar de alguna manera?" - preguntó Alison.

"Hay peones en el pueblo que creen que el lago está maldito. Necesitan ver la verdad de esta historia para liberar al espíritu de la princesa" - contestó Lúmina.

Movidos por la emoción de ayudar, los chicos planearon un encuentro con los peones en la plaza del pueblo.

"Necesitamos contarles la historia de la princesa y mostrarles cómo el amor puede romper cualquier maldición" - propuso Damian.

La noche avanzaba y los dos se presentaron ante los peones.

"Queridos amigos, el Lago Dama es un lugar de amor y magia, no de maldiciones. La princesa espera su liberación" - comenzaba Alison, tratando de transmitir todo lo que había aprendido.

Con su relato, el corazón de los peones se fue ablandando y poco a poco comprendieron que el amor y la esperanza podían traer paz.

"Nosotros también creemos en el poder del amor y la unión" - dijo uno de los peones emocionado.

Finalmente, decidieron emprender una vigilia junto a la orilla del lago, con la esperanza de liberar el espíritu atrapado. En medio de la noche, cuando la luna ya brillaba con su máxima expresión, los peones, junto a Alison y Damian, comenzaron a cantar una canción sobre amor, paz y unión.

De repente, una suave brisa acarició la superficie del lago y una luz brillante emergió de las aguas. Era la figura de la princesa, hermosa y resplandeciente. Miró a los peones y les sonrió.

"Gracias por liberar mi espíritu. Ahora el Lago Dama será un lugar de alegría y amor" - dijo la princesa con una voz suave como el viento.

Alison y Damian sintieron una profunda satisfacción, sabiendo que habían contribuido a la felicidad del Lago Dama. Desde ese día, el lago fue un lugar visitado por familias y amigos que deseaban recordar el valor del amor y la solidaridad. Cada atardecer, el reflejo del vestido rojo de la princesa se veía en el agua, como un recordatorio de que los sueños y la esperanza siempre pueden brillar sobre cualquier oscuridad.

FIN.

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