El secreto del pelado traficante
En la tranquila ciudad de Adrogué, dos amigos, Benjamín y D anilo, vivían emocionantes aventuras. Un día, mientras caminaban de regreso a casa desde su colegio, notaron que un hombre sospechoso los seguía.
Pronto se dieron cuenta de que era un pelado traficante de órganos. Asustados, corrieron por las calles y se escondieron en un pequeño parque. Desesperados, no sabían a quién recurrir. Así que tomaron coraje y decidieron llamar a la policía.
Pronto, el pelado fue arrestado y el secretario de la comisaría, el comisario Rivas, les explicó que el pelado traficante tenía buenas intenciones, pero no había sabido cómo comunicarlas. Resultó que en lugar de traficar órganos, el pelado se dedicaba a recolectar órganos donados para trasplantes.
Sin embargo, su aspecto y forma de actuar lo habían hecho parecer malvado. Benjamín y D anilo aprendieron que no se debe juzgar a las personas por su apariencia, y que las buenas intenciones pueden ser malinterpretadas.
Desde ese día, se hicieron amigos del pelado traficante, quien les contó historias y les enseñó la importancia de la comunicación y la empatía. Con el tiempo, la tranquilidad volvió a Adrogué y los tres protagonizaron increíbles aventuras juntos.
FIN.