El secreto del perro glotón




Martín era un niño inquieto y simpático que vivía en una pequeña casa en la tranquila ciudad de Villa Feliz.

Un día, su mamá preparó un delicioso guiso de lentejas para la cena, pero cuando fue a buscarlo, descubrió con sorpresa que su travieso perro, Ramón, se lo había comido todo. Martín, quien tenía mucha hambre, no pudo contener las lágrimas al ver que su cena había desaparecido. -¿Qué pasa, Martín? -preguntó su mamá preocupada.

-¡Ramón se comió todo el guiso, ahora me muero de hambre! -respondió el niño con tristeza. Su mamá, con una sonrisa comprensiva, lo abrazó y le dijo: -Tranquilo, Martín, sé que estás hambriento, pero no te preocupes, sé cómo solucionar este problema.

Mientras tanto, Ramón, el culpable del destrozo, se sentía un poco culpable por lo que había hecho. Martín y su mamá decidieron salir a dar un paseo por el parque para despejar un poco la mente.

En el parque, Martín observó a un grupo de pajaritos que estaban construyendo un nido en un árbol. Lleno de curiosidad, se acercó a observarlos con atención. -Mamá, ¿por qué los pajaritos trabajan tanto en su nido? -preguntó Martín.

-Los pajaritos trabajan duro para construir un nido seguro donde puedan vivir y criar a sus crías. Es importante ser perseverante y esforzarse para lograr nuestros objetivos, así como lo hacen los pajaritos -explicó su mamá. Martín comenzó a comprender la lección que su mamá le enseñaba.

De regreso a casa, su mamá le propuso preparar juntos un nuevo guiso de lentejas, esta vez asegurándose de que Ramón no se lo comiera.

Martín aceptó emocionado y durante la preparación del guiso, aprendió a cocinar con la ayuda y el cariño de su mamá. Finalmente, cuando el guiso estuvo listo, Martín llevó un plato de comida a Ramón como gesto de perdón. Ramón, agradecido, lamió la mano de Martín, como si aceptara las disculpas.

La cena fue un éxito y Martín disfrutó de un delicioso guiso de lentejas, aprendiendo la importancia de ser perseverante y no rendirse frente a los obstáculos.

Desde ese día, Martín decidió convertirse en un pequeño chef y colaborar con su mamá en la cocina, creando nuevas y deliciosas recetas para compartir en familia.

FIN.

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