El secreto mágico de Lupita

En un pequeño pueblo vivía Lupita, una niña muy enojona que siempre peleaba con todo el mundo. Lupita solo veía los errores de los demás y constantemente los acusaba de todo, por eso nadie quería juntarse con ella.

Un día, mientras paseaba por el bosque, Lupita encontró una misteriosa cueva. Decidió entrar y descubrió una mariposa brillante que le habló: "Soy la mariposa mágica y tengo algo para ti, Lupita.

Dentro de ti hay un poder especial que puede traer luz y alegría a tu vida, pero primero debes aprender a ver más allá de tus propios enojos y reconocer la belleza en los demás". Lupita, sorprendida, decidió aceptar el desafío y la mariposa le dio un espejo mágico.

"Este espejo te mostrará la verdad sobre ti y los demás, pero solo si estás lista para aceptarla", le dijo la mariposa. Lupita, curiosa, tomó el espejo y regresó a su casa.

Esa noche, mientras se miraba en el espejo, vio su reflejo lleno de enojo y tristeza. También vio a sus compañeros de escuela, pero esta vez no los vio como siempre: los vio riendo, jugando y siendo amables.

De repente, comprendió que su actitud había estado nublando su visión y había creado una barrera entre ella y los demás. Decidida a cambiar, Lupita comenzó a buscar lo bueno en las personas y a controlar su enojo.

Poco a poco, sus compañeros notaron el cambio en ella y empezaron a acercarse. Lupita se sorprendió al descubrir que, cuando mostraba amabilidad y comprensión, recibía lo mismo a cambio. Con el tiempo, se convirtió en una niña alegre y positiva, y finalmente hizo muchos amigos.

Desde entonces, Lupita guardó el espejo mágico como recordatorio de que todos tienen la capacidad de cambiar y ver la belleza en el mundo. Y así, Lupita aprendió que la verdadera magia estaba en el poder de su propia transformación interior.