El señor del Veneno
Había una vez un señor llamado Julián. Julián era un actor muy talentoso, aunque su carrera nunca había despegado del todo. Un día, recibió una llamada inesperada: ¡lo habían elegido para participar en una película llamada —"Veneno" ! Cuando Julián escuchó el nombre, sintió que era una señal.
"¿Yo en una película titulada 'Veneno'? ¡Es increíble!", dijo Julián emocionado, mientras sonreía frente al espejo.
A pesar de su alegría, también se sentía nervioso. La película iba a ser un gran desafío para él, ya que interpretaría a un villano muy astuto. Necesitaba prepararse mucho, así que se dedicó a estudiar su papel con pasión. Durante las grabaciones, Julián se encontró con otros actores que eran muy experimentados.
"No sé si puedo hacerlo", le confesó a su amiga Sofía, otra actriz.
"¡Claro que podés! Solo tenés que creer en vos mismo, Julián", le respondió ella alentándolo.
Julián decidió seguir el consejo de Sofía y comenzó a practicar con más dedicación. Se levantaba temprano, leía guiones y ensayaba sus diálogos frente al espejo. Pronto, empezó a sentir que el personaje del villano ya no le daba miedo, ¡sino que se volvía parte de él!
Con cada escena grabada, la confianza de Julián creció. El director, un hombre con el cabello desordenado y grandes gafas, también notó su progreso.
"¡Eso es, Julián! ¡Más intensidad! ¡Queremos ver al auténtico villano!", le decía mientras anotaba cosas en su libreta.
Finalmente, después de muchas semanas de trabajo duro, la película estaba lista para el estreno. El cine estaba repleto de gente y todos estaban ansiosos por ver —"Veneno" . Julián sentía que su corazón latía con fuerza mientras se sentaba en la sala. Cuando su personaje apareció en la pantalla, el público estalló en aplausos.
"¡Ese soy yo!", gritó Julián, tratando de contener la emoción.
Tras el estreno, —"Veneno" comenzó a recibir increíbles críticas y, eventualmente, ¡ganó un premio importante en un festival de cine! Cuando Julián escuchó que su película había sido galardonada, casi no podía creerlo.
"¡No puedo creer que nos hayamos ganado el premio!", exclamó.
"¡Te lo dije! Primero necesitas creer en vos mismo", le recordó Sofía, con una gran sonrisa.
En la ceremonia de entrega de premios, Julián subió al escenario con sus compañeros de reparto. Mientras recibía el premio, se dio cuenta de que todo su esfuerzo había valido la pena.
"Quiero dedicar este premio a todos aquellos que nunca se rinden. Si hay algo que he aprendido, es que la perseverancia y la confianza en uno mismo son esenciales", dijo Julián, con la voz temblorosa.
Las palabras de Julián resonaron entre el público, llenando a todos de inspiración. Después de ese momento, la vida de Julián cambió para siempre. Recibió nuevas ofertas de trabajo y se dio cuenta de que su estrella finalmente estaba en ascenso. Pero, a pesar de su éxito, nunca olvidó la importancia de creer en uno mismo y ayudar a otros a descubrir su valor.
Y así, Julián se convirtió en un símbolo de perseverancia en el mundo del cine, siempre recordando que el verdadero veneno no era su personaje, sino el miedo que había superado en su camino hacia el éxito.
Y colorín colorado, este cuento se ha acabado.
Fin!
FIN.