El sonido de Juan
En un pequeño pueblo de Argentina vivía Juan, un niño curioso y creativo que siempre estaba buscando nuevas formas de divertirse.
Un día, mientras jugaba en el parque con sus amigos, descubrió que podía hacer sonidos divertidos golpeándose el pecho con las manos. Sus amigos se sorprendieron al escuchar los ritmos que Juan era capaz de crear con su cuerpo. -¡Eso suena genial! ¿Cómo lo haces? -preguntó Martina, una de sus amigas más cercanas.
Juan les explicó que simplemente había descubierto que podía usar diferentes partes de su cuerpo para hacer sonidos: golpeando su pecho creaba un sonido grave, chasqueando los dedos generaba un ritmo rápido y frotando sus mejillas producía un tono suave y melódico.
Desde ese día, Juan se dedicó a perfeccionar su arte de utilizar su cuerpo como instrumento musical. Practicaba todos los días después de la escuela, experimentando con nuevos movimientos y combinaciones para crear melodías aún más impresionantes.
Un día, la noticia sobre el talento musical único de Juan llegó a oídos del famoso director de una orquesta local.
El director decidió invitar a Juan a participar en un concierto especial que estaban organizando para recaudar fondos para la escuela del pueblo. Juan estaba emocionado por la oportunidad y aceptó inmediatamente. Se puso a trabajar aún más duro, ensayando sin descanso para asegurarse de estar listo para el gran día. Finalmente, llegó el esperado concierto.
El teatro estaba lleno de gente ansiosa por ver la actuación de Juan. Cuando llegó su turno, subió al escenario con confianza y comenzó a interpretar una increíble pieza musical utilizando solo su cuerpo como instrumento.
Los espectadores quedaron asombrados por la habilidad y creatividad de Juan. Aplaudieron y vitorearon al final de su actuación, reconociendo el talento excepcional del joven músico. Después del concierto, el director se acercó a Juan con una gran sonrisa en el rostro.
-¡Eres realmente asombroso! Nunca antes había visto algo así.
¿Te gustaría unirte a nuestra orquesta como músico principal? Juan no podía creerlo; estaba emocionado por esta increíble oportunidad que se le presentaba gracias a su pasión por la música y su ingenio para utilizar su propio cuerpo como instrumento. Y así fue como Juan se convirtió en parte de la prestigiosa orquesta local, donde siguió deslumbrando al público con sus innovadoras interpretaciones musicales durante muchos años más.
Su historia inspiradora demostraba que no necesitamos tener instrumentos sofisticados para hacer música; todo lo que necesitamos está dentro de nosotros mismos si sabemos cómo encontrarlo y cultivarlo con amor y dedicación.
FIN.